"¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Jejeje! Es que estábamos ajustando las cuentas" -dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador a guisa de explicación de su involuntario retraso. Casi las 7:20 de la mañana. Encabezaba al grupo de expertos de la Secretaría de Hacienda. Arturo Herrera en primerísimo lugar. Cuatro especialistas abundarían en sus juicios. "Herrera y su equipo trabajan noche y día. Me consta que se quedaron a dormir aquí en Palacio Nacional. Cumplieron. Los felicito", reveló el Presidente.
Domina su materia el Secretario de Hacienda. Expuso con fluidez y sencillez el panorama nacional "País de duros contrastes. Más de la mitad de sus habitantes viven por debajo de las líneas de la pobreza. Chiapas es el estado más atrasado... No es inequitativo el trato a los estados... El 82 por ciento del presupuesto está ‘atado’”.
Esquiva, elude, evade, escurre el bulto el sonriente -agradable persona- el Secretario de Hacienda y Crédito Público. Elije interrogadores. Distribuye los turnos. Halla en una pregunta la veta de una revelación y así consigue renovar interés sin dar clara respuesta.
De billones se trata. Gráficas y explicaciones.
“El Paquete Económico 2020 contribuirá a mantener la Estabilidad Macroeconómica. No contempla endeudar a México. No emboza nuevos impuestos. Ni alzas a combustibles. Educación y Salud no padecerán recorte en sus presupuestos. Otras dependencias, sí. La Presidencia de la República dispondrá de menos fondos...”
A buenas horas intervino el Presidente López Obrador:
"Vamos bien”, aseguró. "Este presupuesto garantiza el bienestar del pueblo. ¿Cómo? ¿Por qué?”, planteó y a renglón seguido: Con una fórmula que da resultado. Binomio muy simple: Fin de la corrupción. Gobierno austero; claro.
"No permitir, no fomentar la corrupción propició un ahorro muy importante. ¡Fácil! Un presupuesto ordenado, limpio, rinde más. Las obras cuestan lo que se acuerda y ni un centavo más. No se emboza negocio. Como no hace mucho. Se autorizaba la construcción. Se entregaban los anticipos. Que se iban a los bolsillos. ¡Y no había obra! O la realizada costaba cada vez más”.
"¡Vamos bien!”, reiteró López Obrador. Pues el dinero del pueblo ya no se va por el caño de la corrupción. Y no hay lujos en el gobierno. No hay sueldos de 700 mil pesos mensuales. Ni el Presidente tiene ¡ocho mil ayudantes!Eso era el Estado Mayor Presidencial. Eso es ahorro. Y ahorro es que ya no hay avión presidencial. Ni aviones ni helicópteros. Aviones que se usaban para irde compras al extranjero. Helicópteros buenos para ir a jugar golf. Ahorro es disponer de los seis mil millones que costaba la atención médica privada a los integrantes del gobierno. Desapareció la "caja de ahorro especial" de los altos funcionarios...