El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, piensa invertir cuatro mil millones de dólares en los próximos cuatro años para el desarrollo de Honduras, El Salvador y Guatemala, proyecto que forma parte del plan migratorio que prometió durante su campaña.
“No creo cometer ninguna indiscreción diciendo que me dijo el presidente Biden que va a destinar cuatro mil millones de dólares en apoyo a los tres países a los que hice referencia de Centroamérica. Esto va a ayudar mucho”, dijo el primer mandatario ayer durante una gira en Nuevo León.
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El Presidente de México recordó que hay intención de Joe Biden para impulsar la reforma migratoria que dejó pendiente la administración de Barack Obama.
Estos cuatro mil millones de dólares forman parte del plan migratorio que prometió durante su campaña presidencial.
En él se establece que durante los primeros 100 días de su administración se reunirá con representantes de los gobiernos de México, Canadá, Guatemala, Honduras y El Salvador para definir estrategias para movilizar la inversión privada en la región a cambio de que los centroamericanos se comprometan a dar resultados medibles de mejora en la seguridad y el estado de derecho, así como abordar la corrupción endémica y priorizar la reducción de la pobreza y el desarrollo económico.
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Todo esto con el objetivo de reducir la migración de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, por lo que propone programas que atiendan las causas de la migraciòn tales como violencia, las organizaciones criminales transnacionales, la pobreza y las instituciones públicas corruptas e ineficaces.
“El hemisferio occidental tiene el potencial de ser seguro, democrático y próspero, desde el norte de Canadá hasta el extremo sur de Chile. Lo fundamental para lograr este objetivo es garantizar que las naciones de América Central, especialmente El Salvador, Guatemala y Honduras sean sólidas, seguras y capaces de ofrecer oportunidades de futuro para su propia gente”, señala el plan.
Para financiar este plan, la administración de Biden redireccionará el presupuesto de detención del Departamento de Seguridad Nacional usado durante la administración de Donald Trump.
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Todo esto con el objetivo de reducir la migración de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, por lo que propone programas que atiendan las causas de la migraciòn tales como violencia, las organizaciones criminales transnacionales, la pobreza y las instituciones públicas corruptas e ineficaces.
“El hemisferio occidental tiene el potencial de ser seguro, democrático y próspero, desde el norte de Canadá hasta el extremo sur de Chile. Lo fundamental para lograr este objetivo es garantizar que las naciones de América Central, especialmente El Salvador, Guatemala y Honduras sean sólidas, seguras y capaces de ofrecer oportunidades de futuro para su propia gente”, señala el plan.
Para financiar este plan, la administración de Biden redireccionará el presupuesto de detención del Departamento de Seguridad Nacional usado durante la administración de Donald Trump.
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“Los ahorros al no encerrar a los migrantes como delincuentes o separar familias se utilizarán mucho mejor para mejorar las condiciones en la región y ayudar a las personas a sentirse seguras en sus países de origen”, señala el plan.
Al tratarse de dinero de contribuyentes estadounidenses, se imponen condiciones a los gobiernos de Honduras Guatemala y El Salvador, entre las que destaca que asignen una cantidad sustancial de sus recursos y emprendan reformas significativas, concretas y verificables.
También que establezcan condiciones sólidas para un progreso verificable con el fin de garantizar que los fondos estadounidenses se utilicen de manera efectiva y que ponga la lucha contra la corrupción en el centro de la política de Estados Unidos en América Central.
No es la primera vez que el Gobierno de la 4T destaca un plan de apoyo económico para el desarrollo de Centroamérica.
El 18 de diciembre de 2018, el canciller Marcelo Ebrard anunció que la administración de Donald Trump se sumaría a un plan binacional con México para invertir 35 mil millones de dólares para el desarrollo regional.
Sin embargo, la ley presupuestaria aprobada por el Congreso estadounidense en 2019, indica que se desembolsó a la región un mínimo de 525 millones de dólares para el año fiscal 2019 y de 515 millones para el 2020, pero esas cantidades no solo atañen al Triángulo Norte, sino a toda Centroamérica, incluidos Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Belice.
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