La abogada, quien fue elegida por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ser parte de la terna para ocupar un lugar en la SCJN, asegura que conoce el pueblo por trabajar desde hace casi 40 años todos los días en los tribunales donde se reciben y resuelven denuncias vinculadas con los problemas estructurales.
“Yo puedo contribuir con mi trabajo en la Corte a resolver esos problemas que tenemos atorados como la pobreza, (la falta de) trabajo y el reparto de la tierra”, dice a El Sol de México. “Alguien que entiende profundamente su sentido de la constitución de 1917 quiere llegar a la Suprema Corte para que ahora que tenemos un proyecto de nación enfocado a transformar el país, atendiendo las grandes desigualdades desde de la aplicación de la ley pudiéramos lograrlo, desde de la interpretación de la constitución que es lo que se hace en la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, agrega la abogada, quien expone a los Senadores sus intenciones de por qué es la mejor candidata.
El interés por estudiar la licenciatura en derecho nació cuando el padre de la magistrada le dijo que desde esa profesión podía ayudar a toda la gente que lo necesitara y “no dejaría nunca a un inocente en la cárcel”. Una de sus maestras de primaria también le recomendó ser abogada, pese a que quería ser profesora o médico.
“Quería ser médico, pero un día vi una autopsia y me di cuenta que no era lo mío, entonces me perfile por las leyes”, recuerda quien estudió la licenciatura en derecho y maestría en impuestos en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), así como es maestra en derecho procesal por el Centro de de Estudios de Postgrado.
Desde 1985 es magistrada en materia civil del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, así como desde hace unas tres décadas es conductora de un programa de análisis político en una estación de radio de la UAQ y es docente en la Facultad de Contabilidad y Administración de la UAQ.
Ha impartido cátedra en derecho mercantil, corporativo y administrativo en esa misma institución educativa y en el Instituto de Especialización Judicial del Tribunal de Justicia.
“Creo que quien nada más está en la academia no es suficiente para ocupar el puesto en la Suprema Corte, yo soy magistrada y estoy en la impartición de justicia casi 40 años del diario y de estar ahí en mi tarea todos los días dando un seguimiento a cada asunto”.
A Celia Maya le parece afortunada la creación de la filarmonica de Querétaro, ya que es una asidua asistente a sus conciertos. Su músico favorito es Mozart con quien encuentra la paz y alegría después de analizar miles y miles de denuncias. También le gusta el mariachi, la cumbia, la música de tríos y su cantante mexicano favorito es Marco Antonio Muñiz.
El trabajo desde la izquierda ha sido difícil y complicado, porque vive en uno de los estados más conservadores de la República. Anualmente junto con otros tres magistrados revisan unos tres mil casos en su tribunal en Querétaro.
“Querétaro es un estado conservador, las visiones más sociales que se han identificado con la izquierda, pues no prenden tanto”, dice política, quien en 2003 intentó por el PRD llegar a ser gobernadora de esa entidad. En 2018, aspiró por la coalición Juntos Haremos Historia (conformado por Morena, PES y PT) a ser senadora de la República.
Maya García hizo campaña al lado de Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, así como está dispuesta a trabajar por el bien de México.
“Desde de la Suprema Corte de Justicia podemos y debemos ayudar a que este gobierno que llegó con un enfoque social y tiene como objetivo acotar las grandes diferencias y dar oportunidad de educación a todos nuestros jóvenes”, señala.
Agrega que hoy el pensamiento deben ser los jóvenes, porque son los que tenemos por el futuro inmediato y cercano; una vez que resolvamos vamos con los niños: “Hay que trabajar para ellos y crear una mejor situación y menos desigual”.
“Este proyecto social de gobierno que se va imponer, el que desde hace muchos años hemos buscado y he estado ahí con mi programa de radio y haciéndole notar a la gente que el camino para este país era otro”, expresa.
Si no se regresaba a ver los ojos a la justicia social, a la necesidad de educación, de que se prepare y haya una mejor distribución de la riqueza no vamos a salir adelante, comenta al criticar a gobiernos y funcionarios, cuyo pensamiento económico está basado en el neoliberalismo.
“Cuando llegaron los neoliberales, llegaron los jóvenes y vemos lo que paso en este país; traían y tenían muchos conocimientos del extranjero, eran brillantes y lo siguen siendo, pero les faltaba algo la experiencia”, expresa Maya García.
A ese grupo de funcionarios, quienes estuvieron los últimos 30 años al frente del gobierno, les faltaba conocer la historia de su país, así como no vieron los problema estructurales como la pobreza, el retraso en la educación. Las nuevas generaciones de gobernantes no deben estar preparadas para dar una respuesta a Finlandia, sino a México, apunta.
“También avance en tratar de que mejorara el gobierno en este país y que nos fuéramos por otro derrotero, porque el que teníamos los últimos 30 años lo único que se logró fue más pobres y todo lo que está saliendo, incluso el problema de la gran corrupción”.