La difusión premeditada de información falsa con fines políticos es un cáncer para la democracia, por lo que debe haber una acción conjunta de autoridades electorales, los ciudadanos, los medios de comunicación, las empresas de tecnología y redes sociales y los gobiernos frente a este fenómeno.
Especialistas de diferentes países integrados a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) coincidieron en el peligro de las llamadas fake news.
Durante su participación en las mesas de trabajo del Panel de Expertos sobre Desinformación en Contextos Electorales, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, dijo que la desinformación puede alterar un proceso electoral, por lo que se debe de fomentar más que la censura, la difusión de la información verídica.
“La instrumentación adecuada de guías y criterios para garantizar la libertad de expresión en contextos de desinformación y procesos electorales, para tener efectividad, pasa por la corresponsabilidad diferenciada”, dijo el consejero presidente.
En el caso mexicano, que vivió su proceso electoral más grande el año pasado, Córdova Vianello destacó la estrategia de las autoridades para combatir noticias falsas, con iniciativas como Verificado 2018 para promover un voto libre e informado.
“Esa corresponsabilidad supone, necesariamente y dada la naturaleza del problema al que se enfrenta, acciones de coordinación y colaboración en diferentes niveles y ámbitos; entre autoridades y medios de comunicación tradicionales y nativos digitales; entre instituciones públicas y organizaciones ciudadanas y todos ellos, con las plataformas digitales y redes sociales”, dijo.
Este panel cierra actividades con el seminario Política y elecciones en tiempos de desinformación: riesgos y retos para la democracia que se llevará a cabo este jueves en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.