México y 22 países iberoamericanos acordaron ayer crear una ruta común frente al supremacismo blanco y en defensa de la civilización hispanoparlante, ante actos como el atentado contra mexicanos cometido hace dos semanas en un centro comercial de El Paso, Texas.
El acuerdo se logró durante un encuentro del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, con representantes de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela, celebrado en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Allí, Ebrard explicó que lo sucedido en El Paso, donde ocho mexicanos perdieron la vida durante un tiroteo de un supremacista blanco, representa un punto de inflexión en la protección de las comunidades hispanas en Estados Unidos, ya que se trata de un atentado terrorista doméstico, sustentado en un discurso de xenofobia en contra de nuestros pueblos. “El supremacismo blanco amedrenta a nuestros compatriotas, genera daños y amenazas a su integridad, alimenta el ambiente de odio en su contra”, dijo..
Además, consideró que existen fundamentos jurídicos en leyes estadounidenses y resoluciones internacionales para que se tipifique el supremacismo blanco como terrorismo que, como cualquier otro, debe ser señalado, repudiado, prevenido, combatido y castigado.
“Por su incitación al exterminio con bases étnicas, culturales o religiosas; la ideología que lo nutre; las armas de alto poder que utiliza para asesinar; los vasos comunicantes e inspiración mutua entre supremacistas en EU y varios países; por su estela de muerte cada vez mayor, el supremacismo blanco no es otra cosa que un tipo de terrorismo”, subrayó.