El pasado 5 de julio el presidente Andrés Manuel López Obrador envió el proyecto de la Ley de Husos Horarios en los Estados Unidos Mexicanos para que sea discutido y aprobado, con ello, se eliminaría el horario de verano.
En el documento presentado se establecen cinco puntos con los que se busca sustituir la ley vigente por la propuesta actual y que será aplicable en todo el país a excepción de algunos municipios del norte:
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Socioeconómico: mantener el horario anterior aumentaría los niveles delictivos porque los ciudadanos tienen que salir a la calle con oscuridad, con poco transporte y vigilancia.
Científico: México recibe escasa luz solar por la distancia que hay entre los horarios “naturales”.
Salud: el horario de verano provoca afectaciones a la salud, ya que algunos niños, niñas y adolescentes no pueden conciliar el sueño, lo cual afecta sus actividades diarias.
Se ahorraría energía: el porcentaje de ahorro que se ha logrado es de alrededor del 1 por ciento, por lo que no ha sido lo suficiente como para mantener el horario de verano.
Mexicanos lo rechazan: según el mandatario, la mayoría de los ciudadanos no están conformes con este horario.
¿Qué hace falta para que se elimine el horario de verano?
La iniciativa fue recibida en la Comisión Permanente del Congreso y turnada por dictamen a la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados donde fue aprobada este lunes, pero, ¿qué es lo que sigue?
En votación nominal en lo general y en lo particular, con 22 votos a favor, 11 en abstención y uno en contra, los integrantes de la Comisión aprobaron reformas a la Ley de Usos y Horarios, con lo que se pretende acabar con el horario de verano en México.
Lo que sigue ahora es enviar el proyecto al Senado de la República para que sea discutido por la Comisión de Puntos Constitucionales y el Pleno.
Luego de discutirse, volverá a hacerse una votación. Los votos serán nominales, es decir, con el nombre y apellido del legislador junto con su postura para poder conocer de manera excata el número de votos. Aquí es importante contemplar que al menos dos terceras partes de los votantes deben estar a favor de la iniciativa para que se considere aprobada.
En caso de volver a aprobarse en esta fase, sería recibida por el presidente, quien puede promulgarlo y ordenar que se publique en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
