Hugo López-Gatell, el vocero nacional del Gobierno federal sobre el Covid-19, reporta ingresos de un millón 467 mil pesos en el último año, lo que representó que su salario y prestaciones como aguinaldo, bonos o compensaciones tuvieran un incremento, a pesar de la austeridad de 12.81 por ciento respecto al año pasado.
A tres días de que venciera el plazo ampliado que otorgó la Secretaría de la Función Pública para que los servidores públicos presentaran su declaración patrimonial y de intereses, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud sólo dio su declaración salarial. A pesar de mencionar que tiene cinco cuentas bancarias, no reporta tener casa ni autos, aunque la ley le permite hacer una modificación posterior.
Casi un mes y medio después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Salud, Jorge Alcocer, presentaron la actualización de sus ingresos, el subsecretario López-Gatell notificó a la Función Pública sólo la evolución de su salario.
En este último periodo el salario del subsecretario fue de 188 mil 56 pesos más que en 2019, esto es un incremento de 12.81 por ciento.
El año pasado para este ejercicio de transparencia pública López-Gatell presentó dos declaraciones, la primera en enero y otra en mayo. En ese momento dijo tener cinco cuentas bancarias, una de 500 mil pesos, otra de 131 mil 629 pesos, otra de 17 mil pesos, una más de 274 mil 545 y la de su seguro de separación individual por 889 mil 572 pesos.
Además de una casa de 80 metros cuadrados y 173 de construcción que compró al contado en el año 2008.
También era de su propiedad una camioneta Toyota Corolla modelo 2012 que le fue otorgada por cesión con un valor de 103 mil pesos.
En su trayectoria como funcionario público, el ahora subsecretario ha presentado hasta ahora 19 declaraciones y salvo en una, en el resto de ellas no ha permitido hacer públicos sus bienes.
En la primera declaración registrada antes, de marzo de 2008 su hoja de registro como subdirector del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán incluye la leyenda “el servidor no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales”.
El 28 de marzo de 2008, ya como director adjunto del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, repitió la dosis y no permitió conocer su patrimonio, sólo actualizó su cargo y precisó sus datos curriculares como egresado de la UNAM y de la Universidad Johns Hopkins. Para mayo volvió a realizar modificaciones a su declaración, pero sólo curriculares.
Para 2009 su declaración se concretó en hacer un recuento de su carrera profesional, pero no reportó sus ingresos salariales ni la adquisición de bienes. Lo mismo reportó en 2010 y 2011.
El cambio que realiza en junio de 2012 es para actualizar que se convirtió en director del Instituto Nacional de Salud Pública, sin movimiento patrimonial ni reporte de ingresos. Un día antes se registra su salida de la dirección general adjunto del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, en lo que se advierte como una confusión de lo que es la declaración patrimonial, puesto que no se reportan movimientos de bienes ni salariales o compensaciones.
En 2013, 2014, 2015 y 2016, como ha ocurrido en otros años, presentó esa obligación hasta el mes de mayo, pero bajo los mismos términos de no hacer públicos sus datos.
Durante 2017, en su hoja ante la Función Pública, López-Gatell aplicó la misma fórmula: no reportar ingresos ni declaración de conflicto de intereses, mucho menos bienes.
En 2018 reportó como director del Instituto Nacional de Salud Pública algo semejante, solo los detalles de su carrera profesional.
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