Y fueron las voces que narraron las antiguas experiencias y los innegables –evidentes, tangibles- éxitos del Revolucionario Institucional en la construcción de México, las que penetraron en la entraña profunda de sus militantes. “Acuerdo y confianza”. Aconsejó Beatriz Paredes. “Presencia de la Historia; el legado de la Revolución”, punzó Augusto Gómez Villanueva. “Erradiquemos de nuestro partido la simulación”.
“Sólo el PRI y sólo los priistas podemos contener la irresponsabilidad con que hoy se gobierna. Raya en lo dramático”, expuso la senadora Paredes Rangel, quien reveló que “conseguí unir al PRI en virtud de que renuncié a la legítima aspiración de ser Presidenta de México. Construí unidad. Y no mentí. Esta es hora difícil. Pero enseñemos los hechos. Salud, Educación. Plenas”.
El Consejo Político Nacional del PRI celebró ayer tarde-noche su XLV reunión. Ivonne Ortega apareció como a las cinco y media de la tarde con sus huestes que pregonaban: “Se quiere refundar al PRI; no que lo refundan”. “Consulta a la base. Dedazo, no”. “Soy la voz de miles”, dijo la exgobernadora de Yucatán.
Unidad. Reconocimiento de fallas. Quede atrás la derrota. Avancemos. Hemos vivido severas crisis. El PRI sabe superarlas. Sus bases –bien trabajadas, atendidas, sin embustes- responden.
Jorge de la Vega Domínguez, Adolfo Lugo Verduzco, José Antonio González Fernández, Roque Villanueva, Manlio Fabio Beltrones Rivera, Dulce María Sauri Riancho. Con Enrique de la Madrid Cordero e Ildefonso Guajardo y Fernando Lerdo de Tejada. Más Guillermo Jiménez Morales y Enrique Burgos García.
Don Arturo Zamora –reconocido maestro jalisciense- toma su lugar. Junto a la política Claudia Ruíz Massieu. Nuvia Mayorga y Emilio Gamboa y David Penchyna. Escuchan oradores que se duelen. Que acusan fallas en el padrón real del Partido Revolucionario Institucional (PRI). ¿Aceptarán las condiciones del INE? ¡Quiere cobrar muchos millones por organizar la elección interna! “Hagámosla nosotros”, sugiere –sibilino- Ulises Ruiz. Y Pedro Joaquín Coldwell no parpadea. Fascinado escucha revelaciones del exgobernador de Colima, Fernando Moreno Peña.
Médico desde que observó cómo curaba enfermos su padre, José Narro ve los males del PRI. Lo ausculta, lo palpa, lo interroga. Y ve que tiene síndromes. Y afecciones. Receta. Narro prescribe: Unidad. Conciencia. El Revolucionario Institucional le pertenece a los mexicanos. ¿Quién lo encabece? Desde luego que importa. Inspirémonos en Luis Donaldo Colosio. Él, 30 años atrás decidió que el PRI dijera la verdad de su padrón. No nos quedemos en la repetición de nuestro candidato asesinado. Por ahí va la cura. “La Verdad”.
Comenzaron pasadas las seis de la tarde. No acudió Jorge Carlos Marín. No escuchó la llamada de Augusto Gómez Villanueva: “No cedamos a la conspiración externa. No dejemos que la corriente que arrasa en el mundo nos haga olvidar que somos un partido revolucionario. Y como a las ocho de la noche continúan las apasionadas intervenciones.
Con toda seguridad los del PRI sabrán que hacer. De ello estaba muy seguro José Murat. A su espalda su hijo –gobernador de Oaxaca- le bebía los alientos. Otros gobernadores atestiguaban.