El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó que su gobierno no es corrupto y si existen actos de esta índole, se “castigará y no habrá impunidad porque no establecemos relaciones de complicidad”.
En el Salón Tesorería del Palacio Nacional López Obrador externó que la gente votó en el 2018 por un cambio verdadero, por lo que “el plan es acabar con la corrupción, ya que nada ha dañado más a México que los gobernantes, porque la corrupción política le ha dado al traste con todo y es la causa de la desigualdad”.
Recordó que no es epidemia o pandemia, es la peste más funesta que ha dañado a México, por lo que “con una mano enfrentamos el coronavirus y con la otra, con puño cerrado y puño fuerte, la corrupción”.
Puntualizó que si se destierra la corrupción se va a lograr el renacimiento de México, por lo que recordó que nunca se había tenido una denuncia por defraudación fiscal, por lo que acusó que en estas operaciones participaban políticos y empresarios, mismos que son “fichitas”.
El Primer Mandatario dijo que están involucrados medios de comunicación, clubes deportivos, la Cámara de Diputados, la UNAM.
Recordó que se tienen identificadas a las empresas, por lo que se establecerán querellas contra 43 empresas factureras en un primer paquete, donde a 8 mil contribuyentes se les habrá de enviar un exhorto y se les dirá a dónde tienen que ir para regularizarse.
Subrayó que en caso de que no se regularicen se procederá de manera legal, ya que “no podemos ser cómplices o encubrir a nadie”.
El Jefe del Ejecutivo aseguró que es su deber y su responsabilidad, por lo que ayudará a que se actúe con rectitud e integridad, por lo que se habrá de actuar.