"Muy al contrario de la sentencia que se atribuye a Don Porfirio Díaz quien deploró: "Pobre México...Tan lejos de Dios Y tan cerca de Estadios Unidos" -pregonó el Presidente Andrés Manuel López Obrador- yo sostengo: "Bendito México, cercano a Dios… ¡Y no muy lejano de Estados Unidos!
"Esta es hora de progreso económico de México. Se dan, a esta hora, condiciones inmejorables para amacizar nuestra integración. México exportará a Estados Unidos hortalizas. Ese sector, el agropecuario creció el año anterior, con todo y el lastre de la pandemia, un dos por ciento.
"Nuestra Economía -hiló López Obrador mejora. Aguardo la recuperación del sector turismo. Actividad en la que ocurre una efectiva derrama económica. Alcanza a hoteleros, meseros, cantineros, restauranteros, taxistas, recamareras. Artistas y artesanos también ganan.
"Veo que en la era de la globalidad, la competitividad exige integración. Frente al crecimiento de China, la fortaleza de la Unión Europea, Estados Unidos -solo- no podría competir. Con la integración de América del Norte, -con el TMEC- tenemos acceso a un gran mercado.
Muy a regañadientes admitió López Obrador las excelencias del TLC. NAFTA. "Bueno, sí: ya existía...Pero recuerden que el presidente Donald Trump estaba decidido a no darle más vida. Nosotros tuvimos que batallar mucho. Convencer de los beneficios de la integración. Junto con Canadá firmamos esa integración.
"Nos favorece la calidad de la mano de obra de los mexicanos. Ah, nuestros migrantes son, están entre los obreros u operarios o cosechadores más diestros e imaginativos del mundo. Un migrante -disertó- es un individuo muy orgulloso de su origen. Sentimiento que se traduce en esmero, cuidado extremo de sus obras. Y los migrantes mexicanos son muy reconocidos y calificados.
"Martes de la Salud" determinó destinarlos tan urgente tema, López Obrador. Comienza con una raquítica exposición del doctor Jorge Alcocer. Pocas palabras seguidas del litúrgico "Señor Presidente" que se acentúa y repiten sin cesar los participantes. Ayer los Secretarios de Relaciones Exteriores, de Defensa, de Educación Pública, de Seguridad Ciudadana y .ya se dijo- de Salud. Don Jorge Alcocer -educado, tímido, un si es no es exageradamente recatado, balbucea algún lugar común e inmediatamente convoca: "¡Hugo...Así se dirige a su subsecretario y exalumno predilecto Hugo López- Gatell. A este binomio lo muestra -y presume como de "dos científicos los mejores del mundo".
Desfile de trabajos que redondean el Programa Nacional de Vacunación. Danza de millones de vacunas. Y de miles de millones de pesos. Revelación de compras, contratos, proveedores, adelantos -anticipos-. Tratos directos. Con intermediarios. Entregas a tiempo. Filiales -sucursales- de farmacéuticas.
Insatisfecho con los frutos que rindió a "morena" la jornada electoral del 6 de junio pasado, López Obrador parece estar a la caza de una frase, un hecho, una insinuación o un silencio para comenzar a repartir estacazos verbales a los que llama "mis adversarios". Apenas distingue un intersticio cuela su crítica. Se encarniza.
"¿Quién es señor Quadri? -propone retador y despectivo. Con toda seguridad los de Coyohuacán -decía Don Salvador Novo- ignoran su visión de vida. ¿Obnubilados? ¿Distraídos? Yo creo que los citadinos, los de esta fracción de la Patria estaban muy mal informados. Fueron víctimas de la intensa "Guerra Sucia" que se desató contra nosotros. Le metieron dinero, ¡uf! de a deveras. Mucho dinero. Pagaron aquí y allá. Y no lo lograron. No nos quitaron la Cámara de Diputados. Se frotaban las manos. Ya respiraban aires de júbilo. Y ¡pácatelas! no llegaron. No les dio.
"Alégrense -invitó. Pues la pretensión de Quadri era -desde San Lázaro- eliminar todos los programas sociales que esta Cuarta Transformación alienta, sostiene y destina a los pobres de México. A humildes que nunca recibían nada. Ya no es como antes. Esos beneficios están ya en la Constitución.
"Los que votaron por Quadri -condenó López Obrador- son neoliberales, conservadores, neoporfiristas. Deben de ser iguales a Quadri. Pensar como él. Deben ser también afines a la corrupción, al influyentismo, al aspiracionismo, al racismo. Distantes del humanismo y la fraternidad. Lástima. ¡Con su pan se lo coman!