Los líderes sindicales en México se “perpetúan’’ en el cargo y creen que son de “su propiedad’’, señala la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, al proponer que solo permanezcan por un tiempo de ocho años.
Casos como el de Francisco Hernández Juárez, con 43 años en la dirigencia telefonista; Gilberto Muñoz Mosqueda con la industria química, que fue asesinado pero llevaba en el cargo 43 años; Armando Neyra Chávez, 32 años en la industria embotelladora; Víctor Flores Morales, con 26 en los ferrocarriles (en vías de extinción).
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Carlos Romero Deschamps, con los petroleros, aunque renunció en octubre de 2019, se perpetúo por 26 años.
También están en la larga lista Agustín Rodríguez con el STUNAM, que lleva 25 años; Joel Ayala Almeida (FSTSE), que tiene 21 años; Manuel Fermín Acevedo González, con el sindicato de correos de México con igual años (21).
Otro eterno dirigente es Patricio Flores Sandoval, con 19 años al frente del sindicato industrial de trabajadores de artistas de radio y televisión; Hugo Guillermo Díaz Covarrubias con 18 años en el sindicato de trabajadores de la industria automotriz integrada.
Con el sindicato nacional de trabajadores mineros y actual senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia con 17 años al frente de ese gremio; con el mismo número de años en el sindicato de jornaleros y obreros industriales, Juan Villafuerte Morales (17); Martín Esparza Flores en el sindicatos mexicano de electricistas, con 14 años.
El caso del sindicato único de trabajadores electricistas de la República Mexicana, Víctor Fuentes del Villar con 13 años; y el sindicato nacional de trabajadores harineros, Gerardo Cortés García con 11 años, entre otros.
Hoy, dice la senadora Bañuelos de la Torre, los grandes sindicatos de nuestro país se encuentran encabezados por personas que llevan en promedio más de 20 años como dirigentes sindicales.
“Esta situación, en lugar de fortalecer la democracia interna, la debilita, la deslegitima y la vuelve vulnerable ante la demanda creciente de las y los trabajadores de una renovación periódica de esos cargos de representación’’.
“Son muchos los dirigentes sindicales que, con una visión patrimonialista del poder, se perpetúan en el cargo con la falsa creencia que les pertenece y, por tanto, lo pueden ejercer de la manera que ellos decidan y por el tiempo que a ellos les convenga. Actúan como “iluminados”, como si fueran los únicos o los mejores para ocupar la secretaría general, por eso se reeligen’’.
Por eso la coordinadora parlamentaria del PT propuso modificaciones a los artículos 69, 72 y 75 de la Ley Federal de Trabajadores al Servicios del Estado, con la finalidad de que las dirigencias sindicales de la burocracia no se perpetúen o sean vitalicias.
Propone establecer que la duración de las directivas sindicales no sea mayor de ocho años, donde se garanticen los principios de democracia, autonomía, equidad, legalidad, transparencia, certeza, gratuidad, inmediatez, imparcialidad, alternancia, periodicidad y respeto a la libertad sindical.