A partir de este viernes, a través de radio y televisión, la audiencia estará sometida al bombardeo de un total de 26 millones 879 mil 40 spots tanto de los candidatos como de las autoridades federales.
Es decir, a lo largo de los 90 días de campaña, el público estará expuesto, cada día, a casi 300 mil mensajes propagandísticos.
De este total, casi 23 millones corresponderán a los partidos políticos y candidatos independientes y el resto, casi cuatro millones de mensajes, se distribuirán entre las autoridades electorales: Instituto Nacional Electoral (INE), Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Fake News
Además, el Instituto Nacional Electoral deberá de enfrentar un nuevo reto: las fake news, un tipo de información que en realidad es propaganda disfrazada de noticias que se transmite seis veces más rápido que las noticias verdaderas.
Un estudio realizado por Sinan Aral, Soroush Vosoughi y Deb Roy, académicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT Por sus siglas en inglés), analizó 126 mil noticias difundidas en Twitter entre 2006 y 2017, encontrando que las falsas se difundieron seis veces más rápido que las verdaderas, lo cual permitió que las primeras llegaran hasta a 100 mil personas, mientras que las segundas no pasaban de mil individuos.
Para Claudio Flores Thomas, integrante del Comité de Comunicación del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública, este poder de difusión no ha pasado desapercibido ni para los políticos ni para la iniciativa privada, que ven una oportunidad para alcanzar sus respectivos objetivos: ganar elecciones e ingresos económicos.
“Hay mucho interés de los estrategas, de los partidos, por ganar la elección con ciertos recursos y hay una gran polarización, estamos viendo grandes discusiones entre los líderes en la intención del voto. Por eso creemos que es un gran negocio el tema de las noticias falsas, e incluso hay que entenderlo como un fenómeno de delincuencia organizada, no son chavitos, sino personas organizadas para hacer fraude a las instituciones electorales, hacer fraude a las marcas, a los consumidores de noticias”, dijo Flores Thomas.
Aunque las noticias falsas siempre han estado presentes, éstas alcanzaron otro nivel en los últimos años. El estudio del MIT encontró que las noticias falsas llegaron a su pico un mes antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, periodo donde cada ciudadano de ese país estuvo expuesto a tres fake news.
Ricardo Raphael, académico del CIDE y Director General del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (UNAM), afirmó que las redes sociales son la razón del incremento de las noticias falsas, en buena parte por el modelo de negocio que han impuesto.
“Antes se ponía una página entera con un anuncio de coches o una publicidad durante un juego de béisbol o de fútbol rogándole al público que sólo de ver un anuncio inmenso de cerveza le dieron ganas de beber cerveza. ¿Qué inventó Google?, ¿qué inventaron en Peichi? Un método nuevo de publicidad, ustedes lo conocen bien: sólo si usted consume el anuncio le cobran al anunciante. Es decir, si usted compra boletos para viajar a Londres y luego le aparece un anuncio de Ivis y uno dice clic en Ivis, ah entonces inmediatamente le cobran a Ivis 12 centavos”, explicó Raphael.
Este nuevo modelo permitió darle la vuelta al mercado publicitario, que en 2017 invirtió 200 mil millones de dólares en internet, 20% más que en 2015; mientras que la televisión se quedó con “sólo” 180 mil millones.
Uno de los mayores beneficiarios de este cambio ha sido Facebook, que el año pasado facturó 39 mil millones de dólares por publicidad, algo que no ha pasado desapercibido para los estrategas políticos, como quedó demostrado con el escándalo que recientemente ha involucrado a la red social con un esquema de fabricación de fake news con temas electorales.
Hace unos días, se supo que Facebook entregó de manera fraudulenta información personal de 50 millones de sus usuarios a la empresa Cambridge Analytica, la cual la habría usado para fabricar noticias falsas que difundió durante la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos.
La información filtrada era del perfil socioeconómico, de preferencias políticas, religiosas y de ocio de las personas. Con estos datos, personal experto de Cambridge Analytica diseñó noticias falsas “a la carta”, es decir, con contenido que se creerían las personas de acuerdo a su perfil en Facebook para que ellas mismas la compartieran a sus conocidos en la red social.
¿Qué ganan cada una de las partes? Cambridge Analytica habría inclinado la balanza electoral a favor de Donald Trump, mientras que Facebook habría cobrado millones, ya que cada vez que se compartiera la noticia falsa habría cobrado dinero por concepto de publicidad.
Así, para la elección en México podría existir un mercado donde las empresas privadas cobraran a actores políticos para generar este tipo de información con el objetivo de que sus clientes ganen elecciones.
El INE admite este escenario, y ya implementó una serie de convenios con Facebook y Twitter (próximamente también con Google) para combatir con información verdadera cualquier intento de difundir noticias falsas, aunque tal vez esto no sea el ángulo adecuado, según expertos.
Transparencia
Vladimir Cortés, de Artículo 19, dijo que la forma para detectar y acabar con las empresas de fake news es por medio de la transparencia del uso de los recursos ¿quién le está pagando a quién para hacer qué?
“Un elemento importante es el tema de transparencia, ¿cuánto puede estar gastando un partido político o cuánto está pagando a través de una agencia a Facebook para ejercer un tipo de influencia o para poder llegar a cierto público?, ¿Cuánta de esa publicidad se está reportando?”, comentó Cortés.