En un reacomodo de fuerzas políticas en el PRD, el secretario general de este partido, Ángel Ávila Romero, de la corriente Nueva Izquierda, también conocida como Los Chuchos, asumió de manera interina la dirigencia nacional de este instituto político hasta que se realice el Congreso Nacional del PRD.
El relevo obedece a la renuncia de Manuel Granados Covarrubias identificado en el grupo del coordinador del PRD en el Senado, Miguel Ángel Mancera, líder de Vanguardia Progresista, corriente que nació bajo su mandato.
Esta es la cuarta renuncia de un perredista a la dirigencia nacional de su partido en cuatro años.
Granados Covarrubias difundió ayer en su cuenta de Twitter su carta de renuncia, donde argumentó que su salida obedece al final del ciclo para el que fue electo. Y recordó que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial (TEPJF) ordenó la renovación de la dirigencia, misma que él asumió el 9 de diciembre del 2017, en sustitución de Alejandra Barrales Magdaleno.
En el documento, Granados explicó que llegó “como se dice en el argot beisbolero, como ‘bateador emergente’”, cuando todos los acuerdos ya estaban dados en este partido para continuar con una alianza electoral con Acción Nacional para el proceso electoral de 2018.
También sostuvo que deja la dirigencia nacional al haber cumplido con “los plazos del encargo originalmente otorgados” y no, como en muchos partidos, hacer maquinaciones”, para mantenerse en la dirigencia.
Granados apunta también que el PRD debe “iniciar un proceso de deliberación interna luego de los resultados de la pasada elección y del derrotero que está tomando el país. Ruta aprobada en el último Consejo y que se discutirá en su Congreso Nacional”, y adelantó que él participará como militante en este proceso.
El perredista cerró su carta de renuncia deseándole éxito en su gobierno al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista con El Sol de México, el dirigente del Comité Ejecutivo Nacional interino del PRD, Ángel Ávila, adelantó que el partido seguirá adelante y trabajando con normalidad para impulsar la agenda legislativa que tiene prevista con sus grupos parlamentarios.
Y rechazó que la salida de Manuel Granados se deba a las presiones entre los diferentes grupos que pugnan por definir la refundación o la permanencia del partido del Sol Azteca, como lo apuntan algunos de sus liderazgos.
Ángel Ávila Romero sostuvo que seguirán con los procesos de diálogo de la refundación e insistió en que la renuncia de Manuel Granados no se da en un fuego cruzado en el PRD, ocasionado por la pugna entre los diferentes grupos que se dividen entre mantener al partido como está o refundarlo.