Estos son “los otros datos”, los que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha desestimado en estos nueve meses de gobierno. Los que ignora cuando la realidad del país se impone.
Con especial énfasis, desde el 1 de diciembre de 2018, cuando asumió el poder, López Obrador ha desestimado datos de corte económico que sugieren la desaceleración de la economía mexicana, principalmente provenientes de instituciones como el Inegi y el Banco de México o de corporaciones de renombre como Bank of America, Moody's o el mismo Fondo Monetario Internacional.
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Cuando se le pregunta al mandatario sobre información estadística que contradicen la narrativa de la Cuarta Transformación, las misma frase sale a relucir: “Tengo otra información”, “según nuestros datos”.
De acuerdo con información del IMSS, el crecimiento del empleo formal durante 2019 se está desacelerando, pues al momento se tiene una tasa promedio del 2.7 por ciento cuando en 2018 fue de 4.1 por ciento. “Yo tengo otros datos”, dijo López Obrador al respecto.
Lo mismo sucedió recientemente cuando el Inegi reportó cero crecimiento en la economía en el segundo trimestre del año o cuando el Banco de México recortó a 0.7 por ciento su pronóstico de crecimiento de México para 2019. “Vamos muy bien, muy distinto a lo que piensan los expertos”, respondió el tabasqueño.
Al preguntársele sobre la caída en la producción de Pemex, el cual dejó de producir 189 mil barriles de crudo cuando se compara julio contra el mismo mes de 2018, dijo, de nueva cuenta, “yo tengo otra información”.
LOS AVANCES
Pero no todo ha sido contrario al mandatario. Entre los principales avances destacan la baja inflación, el abaratamiento de los energéticos y una mayor mesura en el gasto.
Según el Inegi, la inflación anual a julio se ubicó en 3.7 por ciento , la más baja en poco más de dos años y medio, en línea con lo expresado por el presidente, debido en buena parte a una reducción del 5.4 por ciento en el precio de la electricidad, el gas y otros combustibles. En el área energética, también se ha reducido en 94 por ciento el robo de combustibles.
Además de no más incrementos en los precios de los energéticos, se ha implementado un programa de cero aumentos de impuestos y otro de austeridad en todas las áreas de gobierno. Por ejemplo se suprimió al Estado Mayor Presidencial, se puso a la venta el Avión Presidencial, desapareció el Consejo de Promoción Turística así como los secretarios particulares del personal de segundo nivel, entre otras medidas.
Se ha reducido, además, el gasto de gobierno en publicidad 50 por ciento , se han eliminado los sueldos superiores a las percepciones del presidente y se han logrado ahorros por compras de gobierno con un valor de 113 mil millones de pesos.
En materia de seguridad, se creó la Guardia Nacional, iniciando operaciones con 82 mil elementos para las tareas de seguridad ciudadana y combate al crimen organizado.
En cuanto a la inversión extranjera, durante el primer trimestre se captaron más de 10 mil millones de dólares; es decir siete por ciento más de lo que llegó en el primer trimestre del año pasado.
LOS DATOS PREVALECEN
José Luis de la Cruz Gallegos, académico e investigador, refiere que a pesar del discurso presidencial, las realidades que vive México no pueden ocultarse. “Las perspectivas de la economía mexicana muestran una debilidad y un crecimiento marginal durante el primer semestre del año y todavía no se toca fondo”, dijo.
“Cuando uno se refiere a crecimiento económico debe tomar base con indicadores como el PIB, actividad industrial, el empleo y ahí no hay discrepancias, los números son muy claros”, explicó.
En materia de seguridad, en abril pasado el periodista Jorge Ramos cuestionó al presidente López Obrador sobre el incremento en la violencia en México, y según datos oficiales, a julio de 2019 los homicidios han crecido a una tasa anual del 2 por ciento , los secuestros al 9 por ciento y las extorsiones al 37 por ciento. Al respecto, el presidente ha reconocido que el problema no está resuelto.
Para Francisco Rivas, presidente de la ONG especializada en seguridad Observatorio Ciudadano, los resultados hasta el momento no reflejan el avance que el discurso presidencial refiere. “Han habido retrocesos, si volteamos a ver los datos de incidencia delictiva, todos los delitos están creciendo. Estaría genial que transparentara sus datos (el presidente) porque en la actual condición México va a llegar este año a tener la mayor tasa de homicidio de su historia”, afirmó.
Agregó que la disonancia entre los datos oficiales y el discurso presidencial supone un peligro para la toma de decisiones.
“No hay manera que con malos datos tome buenas decisiones, no hay forma que con una información que no es precisa logre combatir los delitos”, explicó.
Añadió que en la práctica no se pueden ignorar los datos oficiales, pues los cálculos de gobierno para su política económica y social se basan en esos números.
“Hay que distinguir que el manejo político que busca el presidente trata de generar certidumbre pero debemos de estar ciertos que la realidad estará presente”, dijo.