Tras la renuncia, el jueves, de Eduardo Medina Mora, como uno de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) será la Comisión de Justica, que preside el senador Julio Ramón Menchaca Salazar, la que habrá de analizar y recibir la próxima terna de donde resulte el tercer nombramiento dentro del Poder Judicial de la Federación (PJF), que realiza Andrés Manuel López Obrador a menos de un año de asumir la Presidencia de la República.
En entrevista con El Sol de México, Menchaca Salazar enfatizó que si bien el ministro Medina Mora no detalló las causas graves por las que se separó del mandato judicial para el que fue nombrado hace cuatro años, confió en que, por la estabilidad del PJF, no se den más renuncias de este tipo.
También consideró que la renuncia del ministro Medina Mora carece de temple, ya que afirmó que los juzgadores “deben de estar preparados para enfrentar toda una serie de presiones”, ya que, afirmó, “están en sus manos la libertad, el patrimonio de las personas, de las instituciones...
Entonces debe de tener templanza y en la renuncia del ministro no lo veo”, advirtió el senador.
En este marco, el magistrado en retiro apuntó que su renuncia es un hecho sin ningún antecedente moderno y recordó que desde 1931, cuando el entonces ministro Alberto Vázquez del Mercado fundamentó su separación en la desobediencia a un mandato del Poder Judicial, no existe alguna otra renuncia por causas graves.
“De ahí no recuerdo. No es muy común. Es una situación bastante extraordinaria”, comentó el legislador morenista, al tiempo que subrayó el cambio constitucional que se estableció en el artículo 98 en el año de 1994 y por el cual se fija que sólo podrá separarse de su encargo un ministro por causas graves, sin detallar cuáles son estas.
Por ello, Menchaca Salazar manifestó que una de las causas graves puede derivarse de complicaciones a la salud, pues incluso recordó a los dos últimos ministros que tuvieron que abandonar la toga debido a su fallecimiento como es el caso de los ministros José Gudiño Pelayo y Sergio Valls, quienes se separaron del cargo en 2010 y 2014, respectivamente.
También refirió que podría extenderse hacia una situación de carácter legal, aunque especificó que estas causas son “a la interpretación”
El senador morenista por Hidalgo también comentó que si bien, son excesivas las votaciones para aprobar una renuncia, pues “hay un principio general de la vida: que nadie está obligado a lo imposible”; adelantó que Morena y sus partidos aliados votarán esta renuncia como indica la Constitución.
Sobre si el Senado debe o no aprobarla, el legislador de Morena explicó que “el punto fino del asunto, desde el punto de vista legal, es la aceptación del presidente, así lo marca la ley”.
—¿Entonces el Senado sólo ratifica una decisión del Presidente?
—Sí. La ley no lo menciona como ratificación, simplemente tiene que dar vista al Senado, el Senado recibe la renuncia, hay un proceso legislativo de trámite, donde se hace un dictamen, se procesa la renuncia y se vota.
No tendría por qué votarse, pero se va a
votar y en todo caso la mayoría simple
que tenemos el grupo de Morena y nuestros
aliados lo vamos a votar.
—¿Habría la necesidad de hacer una ley reglamentaria al artículo 98 constitucional para establecer sus alcances y las causas que se tomen por graves?
—Tanto como urgente reglamentarlo, no lo veo. Como es un hecho extraordinario no estaba dentro del radar del trabajo legislativo. Pero tenemos mucho trabajado legislativo, esto debe de tratarse de una manera muy especial.
—¿Cabe la reflexión?
—Siempre que hay un hecho extraordinario
indebido hay que ir viendo que tengamos el conducto adecuado, entre más clara sea la ley, entre más claros sean los procedimientos se reducen la especulación y la imaginación.