"Lo sé todo. Que mis adversarios urden una y mil maniobras para vencer a mi movimiento de transformación en las próximas elecciones. Estoy al tanto de sus andares. Contratan asesores que cobran mucho dinero. Publicistas extranjeros que se la pasan en busca de una frase, un lema contundente. Consigna con colores y luces adecuadas: llamativas. Quieren deslumbrar...
"Les digo a los de nuestro movimiento: "No se preocupen. No pasa nada. ¡Tranquilos! ¡Serenidad! Dense cuenta -arengó el Presidente Andrés Manuel López Obrador- en este país el pueblo manda. Aquí el pueblo tiene en sus manos las riendas del poder. Pueblo este que ya no se deja engatusar. Ya no es como antes. Este pueblo es políticamente hablando quizás el más enterado del mundo. Aguza sus sentidos: se informa.
"Le tiene apego a la democracia. Sistema en que ninguno es insustituible y necesario. Voluntad de todos. Sentimiento que no puede ser objeto de trueque. O de cambalache. Nada de aceptar una despensa o una lámina de cartón o zinc por el voto. Pésima transacción esa. Dañina para el pueblo. Pues tras el triunfo, aquellos que lo cortejaron y atrajeron, al día siguiente ¡lo desconocían! Le daban la espalda. Sordos actuaban ante sus demandas y urgencias. Soberbios les volvían la espalda. Y si finalmente le daban la cara, era para reprochar con fastidio: "¿Qué quieres? ¿Ora que más viene s a pedir? Ya te di lo que te tocaba. Ya no hay más. ¿Entendiste?
"Aquí -reseñó López Obrador ocurre un cambio de conciencia. Una verdadera revolución de la conciencia es lo que ocurre hoy aquí. Mutación silenciosa: real. Pues cuando muda la conciencia de un pueblo todo cambia. Revolución de las conciencias. Revolución y lucha pacífica. De resistencia civil. Como las de Gandhi, Martin Luther King o Nelson Mandela, Luchas esas en que no se rompió un vidrio. Tampoco ser arrojo una piedra. Nada de violencia. Mi movimiento por la democracia y contra la corrupción, nunca apedreó una ventana o aparador de una tienda. Nunca me cansaré de aconsejar resistencia civil, nada de violencia. Perseverancia.
Esta pandemia puso, pone a prueba a nuestro pueblo. ¡Qué comportamiento en la vacunación universal! Orden, disciplina, cortesía, solidaridad, fraternidad. Expresión de civismo. Supe de casos de abusivos, de individuos con aires de influyentes que se vacunaron en horas y lugares que no les correspondía. Fortuna quiso que fueran muy pocos. Ya se sabe: abusivos y arrogantes hay por doquier. Lo que importa es la conducta de este pueblo.
Cima de la conferencia "mañanera" de hoy martes 25 de mayo fue el diálogo que desde Buenos Aires -en la Casa Rosada Residencia del Presidente de la República Argentina- inició Don Alberto Fernández con el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Aniversario del inició de la lucha de independencia del Virreinato del Río de la Plata de la Corona Española. López Obrador recibió en Palacio Nacional a diplomáticos y ministros de Argentina.
La producción y distribución de la vacuna anticoronavirus AstraZeneca posibilitó el intercambio. Amén de prodigarse muestras de afecto y admiración personal, los presidentes López Obrador y Fernández AstraZeneca coincidieron en que donarán esa vacuna a países de América Latina y El Caribe. Ambos se mostraron -confesaron- partidarios de la fraternidad, la solidaridad.
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El señor Carlos Slim Domit estuvo en el Palacio Nacional pues la fundación familiar donó unos doscientos millones de dólares -sin afán de lucro- en los albores de la investigación de la tan dicha vacuna AstraZeneca. "Latinoamérica -definió el Presidente Alberto Fernández-nace en el norte de México y termina en el Cono Sur. "Los pueblos de América Latina Unidos son invencibles", rubricó el mandatario argentino.