Escuchó que una reportera producía el nombre del ciudadano Francisco Hernández Juárez y miró hacia sus papeles en el atril. Permaneció así el Presidente Andrés Manuel López Obrador y caviló con notable seriedad su respuesta-comentario.
"A mí me produce gusto saber que los trabajadores dan vida a sus sindicatos y ejercen a plenitud se derecho a elegirlos secreta y libremente. Me importa mucho que la democracia también sea una forma de vida en el mundo de los gremios. Es saludable que los dirigentes no se eternicen.
"Pero en el caso de Francisco Hernández Juárez -amplió su respuesta el Presidente López Obrador- debo reconocer que se trata de un líder singular. Tiene años en el Sindicato de Telefonistas. El contrato de esos miles de trabajadores contiene cláusulas muy ventajosas. Sé que muchos envidian las condiciones de trabajo que norman la relación entre esa empresa privada y los telefonistas.
"Francisco Hernández Juárez -repetía el Presidente López Obrador- no es un hombre de escándalo. No lleva vida disipada. No se le reconoce como los clásicos "líderes charros" que ponían a sus organizaciones al servicio de un partido político. El Ingeniero Hernández Juárez se distanció del sindicalismo oficial y da su lucha por los trabajadores.
"Ojalá que los cambios, la rotación en el Sindicato de Telefonistas ocurran sin sobresaltos. El gobierno que encabezo no mete la nariz en la vida interna de esas agrupaciones. Telmex es una compañía privada...Tal vez le habría gustado a López Obrador referir afinidades, amistad, solidaridad cultivada por ambos individuos. Francisco Hernández Juárez se liberó muy pronto de la tutela -amistad- de Don Fidel Velázquez Sánchez. Dejó a la CTM y la emprendió a las filas del sindicalismo crítico. A enfrentarse al Ingeniero Carlos Slim quien en más de una ocasión deseó deshacerse del dirigente ex estudiante de Ingeniería del Instituto Politécnico Nacional. "Es el contrato que más prestaciones tiene", se sabe en el mundo obrero.
"La modernización. la avanzada tecnología echó a la calle a los telefonistas. Las operadoras de los conmutadores se quedaron sin empleo. Los operadores de Larga Distancia Nacional e Internacional se hallaron de golpe y porrazo con que ya no eran requeridos sus servicios. Los responsables de servicios -hora exacta, despertador etc. etc- vieron esfumarse sus afanes. Hoy día -narró Hernández Juárez a El Sol de México"- una central de un millón de líneas se mantiene con el cambio de un fusible. Adiós a miles de trabajadores.
"Yo le dije al Ingeniero Carlos Slim: "No corra a la gente. Adiéstrela. Póngala al día. Y verá que le rinden más. Personas muy preparadas y leales a la empresa.
"Conseguí mi propósito. No me despidió a ninguno"- dijo orgulloso Hernández Juárez.
Su vestimenta causó curiosidad y extrañeza. Nada de traje de fino casimir inglés. Ni popelinas inglesas en las camisas. Chamarra, saco de piel. Atuendo para ir a todos lados.
Un día cedió. Fue en octubre de 1989. Visita Oficial del Presidente Carlos Salinas de Gortari a la Casa Blanca. Viaje a Washington. Cena con el Presidente George Bush. Con el Embajador Negroponte. Con el veteranísimo actor Lionel Barrymore.
Don Francisco Hernández Juárez se vistió de riguroso "smoking" o "tuxedo" y corbata de moño con zapatos de charol. Como Dios manda. Al verlo. el Presidente Salinas Le reconoció:
"¡Te ves muy bien de "tacuche", Francisco!".
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Dos, tres días más tarde el líder telefonista Francisco Hernández Juárez charlaba con este enviado a los pies de Abraham Lincoln. En lo alto. Dominio hasta el Obelisco.
Apareció Don Emilio M. González. Senador. Líder de sus pares. Hombre e avanzada edad, el exgobernador de Nayarit tropezó, trastabilló y perdió todo equilibrio. Ya casi lo vencía la gravedad. Se iba al vacío Don Emilio M. González. Francisco Hernández Juárez y este reportero consiguieron sujetarlo. Frenar su inminente y fatal caída. Atónito el político de muy avanzada edad observaba la dilatada escalinata por la que estuvo a punto de lastimarse mucho.
Agradeció el gesto. Se reincorporó a la comitiva presidencial.
Buen líder. Hombre de buenos modos y vida honesta el Ingeniero Francisco Hernández Juárez.
Hasta el Presidente Andrés Manuel López Obrador lo reconoció.