Entre gritos de "Noboa fascista", mexicanos cierran filas contra el gobierno de Ecuador

A las afueras de la embajada ecuatoriana en México decenas de nacionales se dieron cita para expresar su rechazo al presidente de Ecuador, Daniel Noboa

Aldo Canedo / El Sol de México

  · sábado 6 de abril de 2024

Foto: Omar Flores / El Sol de México

Tras el rompimiento de relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, decenas de mexicanos se reunieron a las afueras de la embajada ecuatoriana en la CDMX para exigir respeto a la soberanía nacional y expresar su rechazo a Daniel Noboa, presidente de Ecuador.

Pese a la solicitud del gobierno de López Obrador de dejar de lado las protestas, nacionales se dieron cita en la embajada para mostrar su coraje respecto a lo sucedido la noche del 5 de abril, cuando policías ecuatorianos irrumpieron la embajada mexicana en aquel país violentando la Convención de Viena.

“Noboa fascista”, “Ecuador sí, Noboa no” e “intervencionismo no, soberanía sí” fueron algunas de las arengas que retumbaron en las calles de Polanco en la Ciudad de México, donde se ubica el recinto diplomático que desde tempranas horas fue custodiado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local (SSC-CDMX).

Con una asistencia aproximada de entre 100 y 150 personas, la embajada ecuatoriana se llenó de banderas mexicanas que manifestaron su descontento con Noboa y la decisión de no respetar el asilo político que México otorgaba al ex vicepresidente Jorge Glas.

Si bien se trató de una manifestación pacífica, un par de jóvenes encapuchados realizaron pintas sobre la calle expresando su molestia hacia el dirigente de Ecuador: “Noboa de mier.. con México jamás se mete”, además de lanzar botellas de vidrio al piso.

Los asistentes se dieron el tiempo de entonar el himno nacional mexicano y el “Cielito Lindo”, al tiempo en que solicitaron a las fuerzas políticas del país cerrar filas con el gobierno del presidente López Obrador en esta situación.

Entre los asistentes estuvieron jóvenes, adultos mayores, familias completas y hasta personas de Chile, Ecuador y Argentina que mostraron su apoyo al país.

Walter Martínez, un hombre de edad adulta originario de Chile, contó su experiencia al ser refugiado en nuestro país y respaldó la decisión del presidente López Obrador de proteger a Jorge Glas.

“Yo sobreviví gracias a qué México me dió refugio durante la dictadura de Pinochet en Chile. Ni los peores gobiernos se atrevieron a hacer lo que hizo el de Noboa ayer”, dijo molesto.

Otros, como el señor Carlos Martinez, asistió junto a su familia para expresar su coraje con lo sucedido en la embajada mexicana.

“Es algo sin precedentes, no puede ser que un país invada territorio mexicano violentamente y pongan de rodillas a un diplomático mexicano”, dijo con molestia.

Eduardo Pérez Lozano, ingeniero de 63 años, llegó acompañado de su pareja y manifestó su descontento con la situación, pero aseguró que el tema no es con el pueblo ecuatoriano:

“Este no es problema de pueblos; es problema de gobiernos. El gobierno de Ecuador no quiso manejar el problema de forma democrática (...) siento coraje y miedo porque esto puede desencadenar una guerra”, dijo a El Sol de México.

Otras personas en la protesta, como la señora Alicia Flores, aseguran que lo ocurrido se trató de un tema de filosofías políticas, y que detrás de lo que pasó, están grupos políticos ultraderechistas que buscan retomar el control de América Latina con ayuda de Estados Unidos.

“Esto es porque vienen las elecciones y por este medio (invadir la bajada mexicana) busca influir en los resultados (...) Ahorita en Latinoamérica están atacando a todos los países que son democráticos de izquierda”, aseguró la señora de 63 años.

La noche del 5 de abril, fuerzas policiales de Ecuador irrumpieron en la embajada mexicana de aquel país con el fin de cumplimentar una orden de aprehensión contra Jorge Glas, dejando de lado el asilo político que México le había otorgado e incumpliendo la Convención de Viena, tratado internacional que establece que ninguna embajada puede ser intervenida sin autorización previa.

Los hechos han provocado descontento en toda la diplomacia latinoamericana y la canciller mexicana, que por órdenes del presidente López Obrador suspendió las relaciones diplomáticas, se encuentra en proceso de realizar una queja ante la Corte Interamericana de Justicia.

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