El amicus curiae presentado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos, sienta la preocupación del Gobierno de México de que con la Ley SB4, Texas se convierta en un “estado enséñame tus papeles” por la restricción a las libertades y derechos civiles que esto conllevaría.
En el documento, publicado hoy por la cancillería mexicana, cuestiona que la aplicación de la ley en materia migratoria de Texas afectaría negativamente a connacionales mexicanos. Además se advierte que “frustraría las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos”.
“La aplicación de la SB4 amenaza el bienestar de las personas detenidas”, se lee en el amicus curiae.
“El interés de México radica en garantizar que sus ciudadanos disfruten de los derechos humanos y civiles cuando se encuentren en EU y que su origen étnico no se utilice como base para actos de parcialidad sancionados por el estado”, señala el documento.
También se exhorta a la Corte de Apelaciones a que las relaciones bilaterales entre ambos países se sostengan con transparencia, de forma consistente y confiable “y no se vean frustradas por acciones individuales de los Estados Unidos”.
A pesar de que la cancillería externó su respeto a que cada país decida las políticas públicas que deben aplicarse en territorio, dejó en claro que desde el Derecho mexicano también se defenderá a las casi 2.4 millones de personas connacionales radicadas en Texas.
Aunque la aplicación de dicha ley se encuentra detenida, “ya está causando un temor significativo entre los mexicanos que viven en Texas”, se precisa. El amicus curiae remarca la preocupación por que la aplicación de la SB4 se traduzca en “acoso, detención, expulsión y criminalización indebidos de ciudadanos mexicanos y de personas de apariencia latina”.
De la misma forma, se critica que la ley texana entra en conflicto con los principios del derecho internacional; “es contraria a la Convención Internacional de las Naciones Unidas sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares”.
Por otro lado, el documento recuerda que la Suprema Corte de Estados Unidos ya ha declarado como inconstitucionales leyes en materia migratoria como la de California, y que uno de los argumentos fue evitar “tensiones diplomáticas creadas por las leyes de inmigración”.
Así, se reitera: “La SB4 socavaría aún más el principio de una sola voz al afectar negativamente a las relaciones diplomáticas entre México y los EU.”
La canciller mexicana exhortó a que debido a los 11.7 millones de mexicanos y los 37.2 millones de personas de origen mexicano que radican en el país vecino del norte, se debe garantizar un marco uniforme de migración legal y gestión de fronteras.