México lleva a cabo hoy las elecciones más grandes y complejas en la historia del país. Para llegar hasta este punto, se han destinado 9 mil 820 millones de pesos tan solo para el proceso federal (Presidencia, senadurías y diputaciones federales).
Este monto es el más alto que se ha destinado para unas elecciones, que además, rompe el récord de ciudadanos registrados en la lista nominal con 89 millones 123 mil 355 mexicanos.
A eso hay que sumarle que derivado de la reforma electoral de 2014, este 1 de julio habrá una elección federal y 30 elecciones locales. Esto representa el mayor número de comicios concurrentes en un solo día donde estarán en juego 3 mil 406 cargos de elección directa, destacando la Presidencia de la República.
Para el especialista en temas electorales José Fernández Santillán, el problema del financiamiento de las elecciones en México no viene de lo que sabemos, sino de lo que no sabemos.
“Hay estimaciones de que por cada peso que se da legalmente, hay 15 pesos que corren por abajo del agua. El problema no es tanto legalmente, sino cuánto se gasta ilegalmente”, dijo.
La más grande en la historia
Cuando se aprobó la reforma electoral de 2014, una de las consecuencias mayores fue la transformación del Instituto Federal Electoral al Instituto Nacional Electoral. El simple cambio de una palabra trajo como consecuencia que el órgano nacional asumiría funciones antes exclusivas de los organismos locales.
La principal de ellas era la organización de las elecciones locales. Por ello, se cambió el calendario electoral con el objetivo de homogenizar los estatales al federal. En principio, esto generó que varios estados tuvieran gubernaturas de tan solo dos años, como fue el caso de Puebla y Veracruz.
Dictada esta regla, desde que concluyó el proceso electoral 2015 se veía en el horizonte lejano un reto sin precedentes para un organismo electoral: organizar 31 elecciones, una federal y 30 estatales.
El nuevo INE tendría la responsabilidad de organizar estas 30 elecciones (sólo Nayarit y Baja California no tendrán elecciones locales). Aunque sí recibiría apoyo de los órganos locales, la parte más complicada que es la capacitación e instalación de casillas pasaban a manos del Instituto Nacional.
Para delegar esta responsabilidad la legislación electoral creó la Casilla Única. Antes, cuando unos comicios locales coincidían con el federal se instalaban dos casillas, una para elección; ahora, será sólo una donde se entregarán todas las boletas en una misma mesa, cuando en procesos electorales anteriores el ciudadano tenía que ir a dos mesas distintas.
La medida pudo facilitar el paso de los ciudadanos por las urnas, pero requiere una implementación compleja.
En primer lugar, debido al crecimiento demográfico del país, se alcanzó una cifra histórica de ciudadanos con derecho a votar. Este domingo podrán sufragar 89.1 millones de ciudadanos, y según estimaciones del INE se espera que por lo menos 65% de estos (unos 60 millones) ejerzan du derecho al voto.
Para tal efecto, se instalarán 156 mil 849 casillas en los 300 distritos electorales del país. Sólo para su instalación, el INE reportó una inversión de 12.1 millones de pesos.
Una de las cosas que facilitan este proceso es que 70% de las casillas están ubicadas en espacios públicos, principalmente escuelas y explanadas municipales. El resto son en inmuebles privados con el previo consentimiento de los dueños.
Aunado e a esto, el INE mandó imprimir 280 millones de boletas en 2 mil toneladas de papel seguridad, esto a un costo de 120 millones de pesos
Ciudadanos, los “héroes” de la democracia
Para el complejo conteo de votos, desde enero el INE comenzó el proceso de insaculación para buscar a 1.4 millones de mexicanos que sean los funcionarios de casilla.
Primero, a través de un sorteo se determinó que los ciudadanos nacidos en febrero y marzo, y cuyo apellido paterno inicie con F. en total, fueron 11 millones de mexicanos que caen en este supuesto, y quienes fueron invitados para ser funcionarios de casilla.
Para las visitas, el INE contrató a 45 mil 44 capacitadores y supervisores electorales (el costo de salarios y apoyos a éstos fue de alrededor de 700 millones de pesos) quienes realizaron las visitas, que dieron como resultado una depuración hasta alcanzar a los 1.4 millones de funcionarios.
Estas personas, de manera voluntaria, serán las encargadas de instalar la casilla, recibir a las cientos de personas que voten, cerrar la casilla, contar los votos, llenar la documentación y entregar los paquetes electorales a las autoridades electorales. Se calcula que su jornada comience a las 7:30 de la mañana y termine, en el mejor de los casos, a las 23 horas, pero podría prolongarse a la madrugada del lunes 2 de julio.
Su labor será supervisada por 2.7 millones de representantes de partidos en casilla.
Candidatos en acción
De manera paralela a la capacitación, el INE desplegó otras acciones concernientes a las campañas electorales. Lo primero fue la apertura del periodo para el registro de candidaturas. Mientras que partidos realizaban procesos de selección interna (que en el caso de las precampañas presidenciales cada partido sólo compitió uno), mientras que cientos de personas buscaron una candidatura independiente para un cargo federal.
Al final, con una inversión de unos cinco millones de pesos y dos centenas de personas que revisaron a lo largo de seis meses firmas, y diversas impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 47 candidatos independientes lograron el registro: dos a la presidencia, 38 a diputados y siete al Senado. Cabe aclarar que Margarita Zavala renunció a la candidatura a la presidencia.
Sumando a los independientes con los partidistas, en las elecciones de este domingo podremos ver a 17 mil 674 candidatos, de los cuales dos mil 53 son para comicios federales y el resto de los locales.
En total, los partidos recibieron dos mil 148 millones de pesos para sus campañas federales, y otros 12 mil para las locales.
Hasta el último corte de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE registra gastos de campaña por dos mil millones en los comicios federales, otros mil 165 para los comicios locales. Hay que aclara que estas cifras no son definitivas, pues los candidatos tuvieron hasta el 30 de junio para reportar todos sus gastos, y el INE hará una revisión de éstos.
A eso hay que sumarle los 41 millones de spots a los que tuvieron acceso de manera gratuita los partidos durante los 90 días de campaña.
Para José Fernández Santillán, el problema del financiamiento de los comicios no es tanto su organización, sino la fórmula que existe para las prerrogativas de los partidos políticos, ya que conforme crece el Padrón Electoral, también lo hace el dinero público a partidos.
“A nivel internacional, México siempre sale mal parado en los comparativos, pero el problema es que a eso se le suman los gastos de los partidos por el número de electores, cosa que no ocurre en otros instituciones electorales del mundo”, dijo el académico del Tecnológico de Monterrey.
Pero también existe otro problema en el financiamiento: el dinero ilícito. Fernández Santillán habló de dos formas de recursos ilícitos, los desvíos de recursos y el dinero del crimen organizado.
En el caso del desvío de recursos recordó el reciente caso de la detención de unas personas con 20 millones de pesos que supuestamente llevaban a la sede nacional del PRI, los moches del PAN o las retenciones salariales de Morena.
“Llevamos más de 100 asesinatos de políticos, esos son los que dijeron no, pero cuántos son los que dijeron sí, y que van a ganar y van a actuar a nombre de los grupos de la delincuencia organizada”, añadió.
El especialista aseveró que el modelo de financiamiento público a partidos es el correcto, pero hay que tomar medidas contra la infiltración de dinero ilícito a campañas, tarea que no sólo le corresponde al INE, sino a la PGR, a Hacienda, al SAT, al Banco de México, a la Auditoría Superior de la Federación y demás entes de vigilancia.
Para Fernández Santillán el Sistema Nacional Anticorrupción debe de incluir al INE, no sólo como integrante, sino como sujeto obligado para evitar mano negra en las elecciones.
¿Y los resultados?
Toda la organización y logística tiene como fin garantizar que hoy a las 23 horas se tengan estimaciones confiables de los resultados de la elección a la Presidencia, las ocho gubernaturas y la Jefatura de Gobierno.
Para ello, a partir de que cierren las casillas, los funcionarios comenzarán el escrutinio de votos. El proceso es que según la ley deberá de ser el siguiente: primero se anulan las actas que no se usaron, después, los funcionarios se dividen en dos equipos, unos para contar los votos federales y el otro para los locales.
Aquí empieza el problema, pues a petición de los representantes de casilla (o por presión de éstos) podría pedirse que el escrutinio sea urna por urna. En ese caso el orden será: presidente, gobernador, senador, diputado local, diputado federal y alcalde.
Cada escrutinio debería de tardar una hora, por lo que en caso de que se alargue el conteo, éste terminaría después de la medianoche.
Como el INE quiere dar resultados a las 23 horas, se ideó una estrategia para logarlo. El procedimiento de registro de votos estipula que al terminar de contar una urna se registre en un documento llamado cuadernillo el número de sufragios por candidato.
La cifra no es definitiva, ya que existe la posibilidad de que un ciudadano deposite una boleta en una urna diferente. Por eso se tienen que contar todas las urnas antes de llenar el acta con los resultados oficiales que se subirán al Programa de Resultados Preliminares Electorales (PREP).
Para dar los resultados a tiempo, el INE realizará el llamado Conteo Rápido, esto a partir de las cifras de los cuadernillos. Esto lo hará seleccionando a 7 mil 787 casillas de las 156 mil 849 que se instalarán.
De éstas, se obtendrán los resultados sólo de presidente y de gobernadores para que un comité de científicos haga el cálculo de proyecciones. Es decir, no darán el resultado exacto, sino un rango de cuánto obtendrá cada candidato, y según esto, se podrá saber si ya tenemos ganador de la Presidencia, y de las gubernaturas.
Pero el conteo rápido no detiene el escrutinio, pues una vez que termine el conteo y llenado de actas, la información de todas las elecciones se subirá al PREP que contará con 8 mil personas distribuidas por todo el país.
Se estima que a las 12 de la noche del 1 de julio apenas tenga un avance de 12%, e irá alimentándose hasta llegar por arriba del 80% después de las 8 de la mañana del 2 de julio.
Hay que hacer énfasis que PREP y conteo rápido no son lo mismo, sino son ejercicios independientes y que por lo tanto siguen caminos separados, por lo que no se podrá argumentar que si el PREP va lento el conteo rápido está manipulado.
¿Qué sigue?
El miércoles 4 de julio comienza el cómputo distrital, para que el domingo 8 de julio se den los resultados oficiales, más no definitivos, de la elección. Ahí comienza la etapa de impugnaciones a votaciones en el Tribunal Electoral; a la par el INE hará la fiscalización de campañas, la cual deberá estar lista al 15 de agosto.
En los últimos 15 días de agosto, el Tribunal deberá de calificar las elecciones, empezando por las de diputados y senadores para que el 1 de septiembre tomen juramento los próximos legisladores federales.
El 31 de agosto deberán estar resueltas todas las impugnaciones a la elección presidencial, para que a más tardar el 6 de septiembre el Tribunal califique estos comicios y dé constancia de mayoría a quien será el próximo Presidente de México.