Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, envió una carta a Ciro Gomez Leyva desde el Reclusorio Norte, donde aseguró que su caso "ha sido una telenovela que el gobierno ha sabido vender muy bien".
Por medio de su cuenta de Facebook, el periodista compartió las 15 páginas que redactó el exgobernador, quien habló sobre la resolución del juez federal en la audiencia pública del 26 de septiembre, en la que fue condenado a nueve años de prisión por el delito de asociación delictuosa y lavado de dinero.
Esto es puro show. Todo ha sido un espectáculo mediático, una telenovela que han sabido vender muy bien a la opinión pública, un circo romano en donde las autoridades responsables han promovido sus actuaciones, más que en los juzgados y tribunales, en los medios de comunicación.
Reveló además la razón de su sonrisa desde el día de su detención.
Es muy simple, porque sabía que todo era un circo, un montaje y sabía que las autoridades no tenían, ni tienen ninguna prueba en mi contra, ya que nunca hice nada ilegal; por lo tanto, era imposible que me condenaran por algo que no hice.
Duarte aseguró que la investigación de la PGR "fue muy mala" y que tanto para él como para sus abogados "sigue siendo sigue siendo una sorpresa que con una investigación tal mal integrada y llevada, un juez girara la orden de aprehensión".
La campaña mediática que han desarrollado en mi contra ha sido implacable, las autoridades de la PGR han cometido todo tipo de abusos, han filtrado inteligentemente, y lo han hecho poco a poco, para que la nota no se apague y dure el mayor tiempo posible y llegue al mayor público que se pueda.
Por otro lado, hizo énfasis en que las acusaciones en su contra estuvieron sostenidas simplemente por los dichos de delincuentes confesos que obtuvieron beneficios por acusarlo.
Cabe resaltar que a la mayoría de estas personas, ni los conozco, y por lo tanto nunca tuve trato alguno con ellos, esas personas hubieran sido muy estúpidas si no me hubieran acusado.
Asimismo, afirmó que no existe una sola prueba documental de alguna cuenta bancaria o transferencia de recursos en su favor o de alguien de su familia, por lo que tampoco se le pudo probar un aumento de su patrimonio durante el tiempo en que fue gobernador de Veracruz.
Finalmente, confesó que que reconocerse culpable ha sido la decisión más difícil de su vida.
Contra toda mi voluntad, tuve que aceptar el procedimiento abreviado; la opinión pública y la sociedad ya me habían juzgado y condenado y bajo estas circunstancias, el riesgo de enfrentarme contra el sistema y perder era muy alto.