Los cárteles mexicanos del narcotráfico están fragmentados, son increíblemente peligrosos, controlan parcialmente muchas áreas de México, y no pueden ser derrotados sin una masiva respuesta de su cultura de muerte, por ello sin el poder de las Fuerzas Armadas mexicanas no veo cómo la Policía Federal y el Sistema Judicial puedan prevalecer, afirmó el general Barry McCaffrey, exzar antidrogas de Estados Unidos.
En entrevista señaló que “muchas personas en México y en Estados Unidos tienen esperanzas de que el nuevo presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, hará una diferencia respecto al desastre de violencia y corrupción en México. Gobernar es más difícil que ganar una elección. Los mexicanos tendrán que darle tiempo a AMLO para lograr su revolución”.
El exdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas durante el gobierno de Bill Clinton indicó que ningún trato se debe hacer con los cárteles de la droga, porque el Estado de Derecho y el futuro de México están en juego debido al poder cambiante y corruptor de las organizaciones del narcotráfico.
“Los cárteles mexicanos todavía están fuertemente involucrados en todo el proceso de distribución de las drogas ilegales, incluyendo la mariguana, en Estados Unidos. Se requerirá una cooperación real y compartir recursos entre México y Estados Unidos para confrontar efectivamente ese poder letal de los cárteles”, expresó.
En opinión del general McCaffrey “el juicio de Joaquín el Chapo Guzmán es una importante señal de ambos gobiernos para abordar la masiva corrupción e intimidación de los cárteles. La extradición a Estados Unidos ha tenido un gran impacto en los cárteles colombianos. El señor Guzmán se someterá a la justicia. Muchos mexicanos valientes testificarán en contra de él”.
Adicionalmente, el exzar antidrogas destacó que el gobierno de Estados Unidos le debe a México un mejor control de la frontera que tienen en común, para evitar que las armas y el dinero en efectivo procedente del narcotráfico, en territorio estadounidense, fluyan hacia el sur.
El control fronterizo del lado de Estados Unidos está mejorando, pero en gran medida es incapaz de lidiar con el movimiento de drogas, dinero en efectivo, y personas que cruzan la frontera en cualquier dirección, agregó el general McCaffrey.
Además, dijo, necesitamos del libre movimiento de personas, de dinero y de bienes a través del territorio de Norteamérica, el cual está controlado por acuerdos legales, y se requiere respeto por nuestras preocupaciones humanitarias comunes.
“El desafío criminal más importante para las autoridades de Estados Unidos son los cárteles del narcotráfico mexicanos, especialmente en las más de 200 ciudades más grandes del país. Zonas con alta criminalidad, como Chicago, continúan con enormes índices de violencia con armas de fuego. La crisis de opioides en Estados Unidos ha aumentado las ganancias de los cárteles mexicanos”, expresó.
Al respecto, refirió que el año pasado en Estados Unidos se perdieron 72 mil vidas por sobredosis de drogas, y “el uso temprano de drogas se ha incrementado, mientras que la legalización de la mariguana contribuirá a que se involucren más jóvenes en drogas”.
Para el general McCaffrey “no ha habido un efectivo liderazgo por parte de la administración Trump sobre el tema de las drogas, tampoco una cooperación significativa con los gobiernos de las Américas que comparten un peligro común. El Congreso estadounidense finalmente se involucró aprobando una ley este año”.
En el reporte Evaluación Nacional de la amenaza de la droga 2018, fechado en Octubre pasado, la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) señala que el consumo de drogas, legales e ilegales, continúa siendo la principal amenaza de salud pública, para las autoridades y para la seguridad nacional.
Las muertes vinculadas por consumo de drogas se ubican en el mayor nivel desde 2011 sobrepasando las muertes por armas de fuego, accidentes viales, suicidios, homicidios, y en promedio 174 personas mueren diariamente en Estados Unidos por uso de drogas, destaca el reporte.
La crisis por uso de opioides no muestra signos de abatimiento afectando grandes porciones en Estados Unidos, y mientras que esta crisis recientemente recibió atención nacional “la amenaza por el uso de metanfetaminas prevalece, el consumo de cocaína se ha incrementado, nuevas sustancias psicoactivas representan un reto y la situación de la mariguana continúa evolucionando”.
El reporte de la DEA de 2018, como el de 2017, consideran a los cárteles mexicanos como la principal amenaza en Estados Unidos debido a que no existe algún otro grupo criminal que los pueda desafiar, y ubica al cártel de Sinaloa como el de mayor presencia, mientras que el Jalisco Nueva Generación ha crecido en los últimos años.
El reporte destaca que mientras en México las muertes relacionadas con el narcotráfico superaron los niveles de años anteriores, en Estados Unidos los miembros de los cárteles mexicanos evitan extender esa violencia hacia ese país.