El dirigente nacional del PAN, Marcelo Torres Cofiño, rechazó que haya heredado el cargo por decisión de Damián Zepeda, para que éste pudiera asumir su escaño como senador.
En entrevista para El Sol de México , Torres Cofiño rechaza que su cargo sea una estrategia para mantener el control del partido en manos de Anaya y Zepeda, como acusan sus opositores:
“De ninguna manera (heredé el cargo), tengo una personalidad propia y desde luego, en su momento, apoyé el proyecto de Ricardo Anaya, y hoy apoyo el proyecto del Partido Acción Nacional. Yo no creo ni en tribus ni en grupos, yo verdaderamente lo que si te puedo decir es que en el PAN somos hombres y mujeres libres, donde obviamente nos inclinamos sobre un proyecto u otro. Así ha sido en la historia del partido que, en el mes de septiembre cumplirá 70 años”, indica.
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En cuanto a las acusaciones de exmilitantes que sostienen que el PAN se encuentra secuestrado por cúpulas que acaparan los cargos, y en específico criticaron el nombramiento su antecesor, Damián Zepeda, como coordinador de los senadores panistas, Torres Cofiño afirma que tiene la conciencia tranquila y ha actuado conforme a las normas de su partido.
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“Yo tengo la conciencia tranquila, hice lo correcto de acuerdo a los propios estatutos, en nombrar a ambos coordinadores parlamentarios, en el caso de Damián Zepeda en el Senado y Juan Carlos Romero Hicks en la Cámara de Diputados; yo personalmente realicé las consultas pertinentes, esa es la conclusión, no hay ninguno de los senadores o diputados que pueda decir que no fue tomado en cuenta su opinión o su sentir, y ahí está el resultado."
Asegura que de no haber realizado un consenso en los nombramientos“habría una rebelión en los grupos parlamentarios”, que el pasado 1 de septiembre instalaron su legislatura.
Ahora como resultado de estos acuerdos, dice que, ha sido tan bueno con las designaciones, que ya hay acuerdos unánimes en los Grupos Parlamentarios panistas para avanzar en unidad.
Al dirigirse a la ciudadanía, reiteró que “se actuó en el marco de la legalidad y en el marco de la razón, ahí están los resultados”, y añadió que espera que ambos grupos parlamentarios estén a la altura de las expectativas ciudadanas, pues aseguró que hay mucho talento y con mucha experiencia en ambas bancadas.
Ejemplificó que tan sólo a la Cámara baja llegan 13 exsenadores, tres exgobernadores, y varios diputados que han estado en más de dos o tres legislaturas.
Torres Cofiño reconoce que el PAN está haciendo un esfuerzo por mantener la unidad, debido a que los resultados electorales del pasado 1 de julio, no fueron los que esperaban, pero prefiere ser optimista y resalta que en el Congreso serán “una oposición dura y crítica”.
Apunta que no todo fue derrota para su partido: “Ganamos tres gubernaturas, ganamos ciudades y capitales muy importantes como Guanajuato, Mérida, Tampico, Torreón, que es digno de reconocer”, afirma.
Recuerda que ahora su partido esta concentrado en el proceso de renovación de la dirigencia, el cual emitirá la convocatoria mañana, dice, y explica que, “estamos iniciando este proceso, y precisamente la semana pasada quedó instalada la comisión organizadora y próximamente se habrá de emitir la convocatoria respectiva, como presidente del PAN haré todo el esfuerzo político para que la renovación se lleve a cabo con plena civilidad y transparencia”, indica.
¿De cara a la renovación del partido, el aval de nueve gobernadores panistas a la fórmula de Héctor Larios y Rafael Moreno Valle no es una presión para el mismo partido?
De ninguna manera, ellos están en su derecho todos los panistas, en el PAN no hay censura, somos un partido de hombres y mujeres libres, donde se vale disentir y expresarse, la política es de sentimientos y es de emoción, y así la debemos sentir. No hay dedazos, puede haber preferencias y yo las respeto. Para mí todos los panistas son de primera y yo le doy la garantía a cualquier panista que quiera dirigir al partido que será tratado de la misma manera y con equidad.
Al reiterar que habrá piso parejo para todos los aspirantes, señala que cuando deje instalado al nuevo dirigente de su partido se quiere retirar “con la frente muy en alto”.