La presidenta de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, Kenia Porcell Díaz, advirtió que los países deben estar unidos por encima de los intereses políticos para combatir la delincuencia organizada trasnacional y, en el caso de Odebrecht, el triunfo contra la impunidad será cuando todos podamos llegar a resultados y ubicar a los corruptos en los países de la región.
“Somos una organización que lucha contra el delito, que ejercen acción penal, que tienen beneficios que procuran la protección de las víctimas pero que deben estar unidos”, dijo al participar en la Asamblea General Ordinaria de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos celebrada en la Ciudad de México.
Ante fiscales y delegados, la también Fiscal de Panamá catalogó a Odebrecht como un caso emblemático, porque al menos 11 países lo investigan y el compromiso de los Ministerios Públicos es poner fin a la corrupción y a la impunidad.
Dijo que la región pasa por momentos delicados de institucionalidad y de una lucha contra la corrupción. “En todos los países hay brotes y hay corrupción, pero dependerá de cada uno de nosotros entender que tenemos un compromiso en esa lucha, porque hay una corrupción desde el poder y como hay una corrupción desde el poder nosotros debemos tener la fortaleza para enfrentarla", dijo.
Destacó que los ministerios públicos no pueden ser una representación aislada de nuestra sociedad, tenemos que encontrar que el mejor respaldo que tienen los fiscales es su sociedad, pero la sociedad es crítica, es observadora y exige rendición de cuentas, siendo así también nosotros tenemos que asumir a un nivel de capacidad para poder romper la brecha que pueda haber entre el fiscal y sociedad.
A la reunión acudieron 21 Fiscalías y entre sus principales objetivos está estrechar los vínculos de cooperación, solidaridad y enriquecimiento profesional recíprocos entre los miembros.
Por su parte, Alberto Elías Beltrán, Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, en suplencia del Procurador General de la República, dijo que no podemos dejar de advertir que la delincuencia organizada transnacional es una de las principales amenazas, por su mayor complejidad, para la paz y seguridad de nuestros países”, razón por la que “hemos confiado en estrechar vínculos bilaterales, trilaterales y multilaterales, para cumplir con la misión de procurar justicia”.