Pablo Gómez, uno de los fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha presentado este miércoles su renuncia al sol azteca pues advierte que se convirtió en una central de negocios políticos.
"Ya es imposible hacer algo para evitar la caída del Partido de la Revolución Democrática, la cual le está conduciendo a signar el certificado de su propia desaparición política", advierte en una carta que no ha enviado a Manuel Granados, líder del partido, sino a la militancia.
"No se la dirijo a los sedicentes dirigentes del PRD porque, además de traidores, son ilegales: han violado el Estatuto y toda norma elemental de comportamiento democrático. Se la dirijo a lo único que hay en ese partido, a los que siguen siendo honrados miembros y simpatizantes", explica.
Añadió que al aceptar el Frente Ciudadano, la alianza que entabló el PRD con el PAN apoya a un "candidato enemigo de la izquierda".
Recordó que las izquierdas mexicanas no dependen de unas siglas por más entrañables que hayan sido alguna vez pues lo que en verdad importa es la causa social y política.
"Mi retiro del PRD es una consecuencia del fracaso de una lucha que muchos dimos en diferentes momentos para mantener a ese partido en las filas de las izquierdas. No fue posible. Ha prevalecido el oportunismo y la corrupción", condena.