Para dar certeza a todos los contendientes por la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN), uno de los aspirantes, Jorge Luis Preciado Rodríguez, propondrá ante el Consejo Nacional a realizarse el 11 y 12 de agosto, que sea el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Electoral del PAN los que organicen la elección.
El también senador por Colima propone que el ganador debe de obtener más de la mitad de los votos, por lo que en caso de que nadie los junte en una primera elección, se recurra a una segunda vuelta.
“Eso permitiría una mayor legitimidad”. Sabedor que el tiempo corre, Preciado Rodríguez también busca que quienes ocupen las coordinaciones de diputados y senadores lo hagan de manera interina al principio de la siguiente Legislatura, esto en lo que la nueva dirigencia panista tome protesta, para que sea ésta la que haga el nombramiento definitivo.
“Hay gente muy valiosa. Lo que sí creo y no permitiría nuevamente, que se quiera imponer a un candidato oficial”.
¿En este caso podría ser Marko Cortés Mendoza?
Podría ser Marko por quien la dirigencia se inclina porque no llegó a la senaduría. ¿Sería un premio de consolación?
No creo que deba ser así. La dirección del PAN no debe ser un premio o un castigo.
Debe ser el reconocimiento a la militancia y a su trabajo. Ir con una estafeta oficial, no creo que valdrá en esta ocasión. El gran problema del PAN será dirimir al interior, en los grupos la nueva dirección del partido. Si la dirigencia que llega lo hace sólo por designación cupular, estamos condenados al fracaso.
La dirigencia que llegue debe hacerlo con el apoyo de la mayoría, no por el control de grupos. Yo le apuesto a ir con la gente, a recorrer el país, platicar y preguntarle: ¿cuál es el PAN que tú quieres?
Si usted llega a la dirigencia del partido ¿cuáles serían los ejes principales en los que trabajaría?
Regresar la democracia al PAN. No podemos seguir fingiendo que somos demócratas y para todos los cargos y puestos designemos candidatos, coordinadores, candidatos a gobernadores, dirigentes estatales en supuestos grandes acuerdos.
Si la democracia no regresa al partido y si la militancia no toma las decisiones sobre los candidatos, seguiremos perdiendo lo más fuerte que es nuestra base.
Si la base no participa en las campañas o no sale a hacer campaña en favor del candidato que representa nuestras siglas, ahí está el resultado que acabamos de ver.
En suma, hay que regresar a la democracia interna.
¿Cuándo se extravió el rumbo del PAN?
El rumbo del PAN se extravió después de que perdimos la Presidencia de la República. Se perdió por dos razones: porque llegó mucha gente al PAN que se dio cuenta de que nuestros procesos eran democráticos.
Así, empezaron las afiliaciones masivas. Sindicatos con todos sus agremiados se sumaron al blanquiazul. De un día para otro, teníamos dos mil, tres mil más afiliados en los estados. Y como seguía la democracia interna, eran controladas las candidaturas democráticamente. Eso nos llevó a elecciones dispares.
Como en la última dirigencia nacional: 86% de los votos a favor de uno y 14% del otro. Esto habla del control del padrón muy fuerte.
En esa parte, perdimos la democracia. En algún momento se empezó a designar sin tomar en cuenta la militancia.
¿Se requiere algún cambio interno?
Modificar los estatutos para darle más poder al militante y quitarle un poco de poder a la Comisión Permanente.
Además, propongo revisar la doctrina panista y defender con convicción el derecho a la vida, a la libertad. Debemos revisar los fundamentos del Partido Acción Nacional.