El Partido de la Revolución Democrática (PRD) confirmó que la elección interna para renovar su dirigencia colegiada, organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), se pospone hasta el segundo semestre de este año, por lo que no se realizará el 28 de abril, como se había acordado en el Congreso Nacional.
En conferencia de prensa, Camerino Eleazar Márquez, representante del PRD ante el INE, explicó que en marzo y abril realizarán su proceso de depuración del padrón electoral porque tienen 7.5 millones de afiliados, pero la cifra no es real, por lo que están a la espera de que el INE les facilite una aplicación para verificar a sus militantes, la cual podrán en marcha en los próximos días.
Explicó que será dependiendo de la depuración de su padrón y la fecha que les dé el INE cuando podrían hacer la renovación de su dirigencia nacional.
“Se contempló la excepción de que serán las condiciones que el INE nos señale dado que hay seis procesos electorales en este año y que deberíamos tener el padrón electoral, hoy denominado lista nominal. Por eso vamos apostarle todo a actualizarlo, porque de ahí depende cuántos nos cobrará el INE, el número de casillas, el encarte y hemos propuesto que sean cabeceras distritales o municipales, dependiendo del número de afiliados en cada territorio electoral”, indicó.
Respecto al cambio de nombre, colores y logotipo del partido, indicó que una vez que se renueve la dirigencia del partido será una voluntad de los militantes si se modifica.
En el caso de las candidaturas comunes, el representante del PRD ante el INE, confirmó que han iniciado acercamientos con las organizaciones que busquen convertirse en partidos políticos y a integrantes de otros partidos que están de acuerdo con la ideología del PRD.
Por otra parte, el titular de Finanzas del PRD, Manuel Cifuentes detalló a El Sol de México que entre esas opciones se encuentran comprar el edificio de Benjamín Franklin, que es el único edificio rentado y donde actualmente se encuentran la sede nacional del partido, con la venta de todos los edificios y terrenos que pertenecen al Sol Azteca; remodelar el edificio de Monterrey 50 y sea en ese espacio las nuevas oficinas nacionales del Sol Azteca sin depender de deudas innecesarias.