El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó este miércoles a México para una visita de dos días en la que pedirá al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, su participación activa para la búsqueda de una solución a la crisis en Venezuela.
Sánchez es el primer mandatario extranjero que visita México desde la toma de posesión de López Obrador como presidente del país.
Y lo hace en un momento marcado por la crisis venezolana y la posición que están tomando los principales actores europeos y latinoamericanos ante el régimen de Nicolás Maduro y la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente interino del país.
Se espera que mañana se ponga en marcha el Grupo de Contacto Internacional en cuya conformación España está participando, que parte de Europa y en el que se busca sumar a países latinoamericanos.
Además, según han informado fuentes del Gobierno, España acaba de ser invitada por el Grupo de Lima -contrario al régimen de Maduro y que conforman varios países latinoamericanos y Canadá- a participar en sus reuniones, aunque lo hará en calidad de país observador.
Consideran en cualquier caso que España ya está liderando un grupo en Europa, como ha quedado patente estos días ante el plazo de ocho días que Sánchez y otros líderes europeos dieron a Maduro -y que concluye el domingo- para que convoque elecciones antes de hacer efectivo el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente encargado.
En su visita a México, Pedro Sánchez quiere que López Obrador se comprometa activamente a colaborar en la resolución de la crisis venezolana.
Aunque a priori las posiciones de ambos son distintas -López Obrador sigue reconociendo a Maduro y apuesta por el diálogo en el marco de los países latinoamericanos-, en el Gobierno creen que la postura del presidente mexicano no es inamovible porque esta es una crisis viva, y ven posible acercar posturas y buscar la fórmula de colaboración conjunta.
Es previsible por eso que le invite a participar en el Grupo de Contacto Internacional para la crisis venezolana que se va a conformar mañana y al que se espera se vayan sumando más países.
En cualquier caso, desde el Gobierno español subrayan que la relación de España con México y de la Unión Europea con este país trasciende de lejos a un tema puntual como la crisis venezolana.
Recuerdan en este sentido que México es uno de los pocos países que tiene un acuerdo global con la Unión Europea, y subrayan los fuertes lazos que unen a este país con España.
Lazos que quedarán patentes en esta visita de dos días y que no son solo económicos o sociales y culturales sino también históricos.
Precisamente, durante este viaje oficial se conmemorarán los ochenta años de la llegada del exilio español a México.
Sánchez tiene previsto dar esta tarde un discurso sobre memoria histórica en el Colegio de México, fundado por exiliados del franquismo.
Antes, el jefe del Ejecutivo español habrá celebrado su reunión bilateral con López Obrador y las delegaciones de ambos países.
En el Gobierno español subrayan la "sintonía enorme" que existe entre ambos líderes progresistas, que se plasmará en una declaración conjunta que servirá de hoja de ruta para la colaboración entre ambos países.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó este miércoles a México para una visita de dos días en la que pedirá al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, su participación activa para la búsqueda de una solución a la crisis en Venezuela.
Sánchez es el primer mandatario extranjero que visita México desde la toma de posesión de López Obrador como presidente del país.
Y lo hace en un momento marcado por la crisis venezolana y la posición que están tomando los principales actores europeos y latinoamericanos ante el régimen de Nicolás Maduro y la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente interino del país.
Se espera que mañana se ponga en marcha el Grupo de Contacto Internacional en cuya conformación España está participando, que parte de Europa y en el que se busca sumar a países latinoamericanos.
Además, según han informado fuentes del Gobierno, España acaba de ser invitada por el Grupo de Lima -contrario al régimen de Maduro y que conforman varios países latinoamericanos y Canadá- a participar en sus reuniones, aunque lo hará en calidad de país observador.
Consideran en cualquier caso que España ya está liderando un grupo en Europa, como ha quedado patente estos días ante el plazo de ocho días que Sánchez y otros líderes europeos dieron a Maduro -y que concluye el domingo- para que convoque elecciones antes de hacer efectivo el reconocimiento a Juan Guaidó como presidente encargado.
En su visita a México, Pedro Sánchez quiere que López Obrador se comprometa activamente a colaborar en la resolución de la crisis venezolana.
Aunque a priori las posiciones de ambos son distintas -López Obrador sigue reconociendo a Maduro y apuesta por el diálogo en el marco de los países latinoamericanos-, en el Gobierno creen que la postura del presidente mexicano no es inamovible porque esta es una crisis viva, y ven posible acercar posturas y buscar la fórmula de colaboración conjunta.
Es previsible por eso que le invite a participar en el Grupo de Contacto Internacional para la crisis venezolana que se va a conformar mañana y al que se espera se vayan sumando más países.
En cualquier caso, desde el Gobierno español subrayan que la relación de España con México y de la Unión Europea con este país trasciende de lejos a un tema puntual como la crisis venezolana.
Recuerdan en este sentido que México es uno de los pocos países que tiene un acuerdo global con la Unión Europea, y subrayan los fuertes lazos que unen a este país con España.
Lazos que quedarán patentes en esta visita de dos días y que no son solo económicos o sociales y culturales sino también históricos.
Precisamente, durante este viaje oficial se conmemorarán los ochenta años de la llegada del exilio español a México.
Sánchez tiene previsto dar esta tarde un discurso sobre memoria histórica en el Colegio de México, fundado por exiliados del franquismo.
Antes, el jefe del Ejecutivo español habrá celebrado su reunión bilateral con López Obrador y las delegaciones de ambos países.
En el Gobierno español subrayan la "sintonía enorme" que existe entre ambos líderes progresistas, que se plasmará en una declaración conjunta que servirá de hoja de ruta para la colaboración entre ambos países.