El primer presupuesto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no asignó un solo peso al Ramo 23, convirtiéndolo en algo del pasado, pero según fuentes documentales y expertos consultados por El Sol de México esta bolsa de recursos funcionó como una política para beneficiar a los gobernadores priistas y debilitar a los de oposición.
Durante el sexenio que terminó el priismo perdió electoralmente ante la oposición las gubernaturas de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Nayarit, Nuevo León, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. En todos estos casos, de un año a otro, los nuevos gobiernos recibieron sustancialmente menos dinero por concepto de convenios firmados para obtener recursos del Ramo 23.
Por ejemplo, en Nuevo León, cuando el priista Rodrigo Medina gobernaba la entidad recibió en 2015 un total de 4 mil 472 millones de pesos. Cuando llegó el independiente Jaime Rodríguez El Bronco esta cantidad se desplomó a mil 213 millones.
En Veracruz, el gobierno de Javier Duarte recibió en 2016 un total de dos mil 212 millones, pero cuando Miguel Yunes, del PAN tomó el poder, apenas le fueron canalizados mil 567 millones.
En Chihuahua, César Duarte cerró 2016 recibiendo mil 451 millones de pesos, cifra que cayó a sólo 804 millones en 2017 cuando el panista Javier Corral asumió funciones.
Esta situación se repite en los seis estados restantes donde el priismo dejó de ser gobierno.
“Una vez que entra Corral su reclamo de siempre fue que cómo a Duarte le habían dado cantidades importantes y a Corral no le habían dado ni mil millones de pesos, cuando dejaron al estado quebrado y con problemas financieros muy fuertes”, recuerda Patricia Terrazas Baca, presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, quien explica que el Ramo 23 se les entregaba a las entidades federativas emproblemadas para el rescate financiero por créditos con la banca comercial.
El Ramo 23 –asegura– era usado de manera discrecional para ayudar a las entidades federativas, pero también era “el palo y el garrote”. “Era mucho dinero lo que llegó a través del Ramo 23”, recuerda.
Durante el sexenio de Peña Nieto sólo en los casos de Michoacán y Querétaro, el priismo perdió la gubernatura y las asignaciones del Ramo 23 no se redujeron. En este contexto, Silvano Aureoles, mandatario de Michoacán, apoyó públicamente la candidatura priista de José Antonio Meade a la presidencia.
MILLONARIA DISCRECIONALIDAD
A diferencia de las Participaciones Federales contenidas en el Ramo 28 y las Aportaciones Federales en el Ramo 33, las asignaciones del Ramo 23 no están etiquetadas a un destinatario específico desde del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Su asignación se hace posterior a que ha sido publicado el PEF y está destinado a una gran cantidad y variedad de fondos y objetivos, como infraestructura, apoyo a migrantes o desarrollo regional, entre muchos otros.
De acuerdo con posturas públicas de la ONG México Evalúa, desde 2014 detectó inconsistencias entre el gasto ejercido y el presupuesto aprobado, misma que no es explicada y justificada apropiadamente en los documentos públicos.
“Gran parte del gasto adicional se ejerce a través de una bolsa de dinero llamada Ramo 23, la cual se mantiene sin una regulación apropiada. A través de algunos fondos de este Ramo se transfieren recursos a gobiernos locales, los cuales presentan un riesgo elevado de ser usados para premiar o castigar a dichos gobiernos; es decir, para el control político”, refirió en su estudio de febrero de 2018 La Arquitectura del Ramo 23, la Caja Negra del presupuesto federal.
El Sol de México pudo conocer los datos desagregados mediante solicitudes de transparencia en las que pidió a la Secretaría de Hacienda una copia de todos los convenios firmados entre ésta y los gobiernos de los estados para la asignación de recursos del Ramo 23 en el periodo 2015-2018.
Durante 2015, 2016, 2017 y 2018 el Estado de México, el cual fue gobernado por Enrique Peña y con el que mantiene lazos políticos y familiares, figura por mucho como el estado que más recibió recursos entre las 32 entidades federativas.
Si bien el Estado de México es la entidad más poblada del país, lo que explicaría la mayor canalización de recursos, entidades también densamente pobladas como Ciudad de México, Veracruz, Nuevo León y Jalisco nunca figuraron en este periodo de tiempo entre las tres entidades más beneficiadas por el Ramo 23.
Luis Carlos Ugalde, presidente director de Integralia Consultores, recuerda que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto las pasarelas de gobernadores en la Cámara de Diputados solicitando recursos se convirtieron en cosa del pasado.
Según el estudio La negociación política del presupuesto 1997- 2018 realizado por Integralia Consultores, las transferencias adicionales o apoyos extraordinarios para el cierre del ejercicio fiscal que Hacienda canaliza a estos estados en noviembre y diciembre a través del Ramo 23 han sido muy relevantes en la relación política del gobierno federal con los gobernadores, tanto en la era panista como la de Peña Nieto.
Los montos de apoyo han variado entre 25 mil y 35 mil millones de pesos en los años del sexenio de 2012-2018 y los estados los usaron para pagar nómina de maestros, aguinaldos y seguridad, según el análisis.“Se trata de mini rescates anuales que han gestado incentivos perversos, porque los gobernadores saben que Hacienda cubre los faltantes a fines de año. A cambio, los gobernadores apoyan para que los legisladores de sus entidades aprueben el presupuesto”, asegura Ugalde.
Para Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, para todas la urgencias financieras se usaba el Fondo de Fortalecimiento Financiero, “a partir de ahí se actuaba con mucha discrecionalidad”.
Según refiere, los recursos pocas veces llegan a las entidades con los mayores problemas sociales, ya que la bolsa de dinero se iba en mayor medida a los estados gobernados por el PRI. “Era Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Coahuila, Chiapas y Chihuahua donde terminaba el dinero del Ramo 23”, dice.
Las implicaciones para las finanzas de los estados ante la no asignación de recursos en el PEF 2019 al Ramo 23 aún se están discutiendo.