“Hubieras visto y vivido lo de anoche -reprochó Gabriel Xantomila. El miércoles, el desafuero del ciudadano Cipriano Charrez. Le criticaron que llegó hecho una facha. Faldas de la camisa al aire. Lo juzgaron impresentable. Y asuntos. Luego el receso. Ya sabes. Que un rato. Que otro. Así pasaron las horas. Y como a las ocho de la noche, adelante. Hasta las 3:45 del jueves. Y citaron para este jueves a la una de la tarde. Pero mira. Ya van a dar las 2 no se completa el quorum...
Como a las 12 y cuarto llegó con llamativo, fino gran sombrero, con paso ágil el diputado Ismael Hernández Deras. Ya gobernó Durango. Don Augusto Gómez Villanueva lo quiere bien. Y lo aconseja mejor.
La malpasada -la desvelada- afecta a legisladores y auxiliares. También a los reporteros. Se escucha. “Aquí estuvimos todo el día y buena parte de la noche. ¡No nos dieron ni una pieza de pan! Antes, había comida. Regularzona. Pero comida. Y si se hacía de noche algo de cena.
Y, súbitamente se sabe que los dirigentes de los distintos grupos legislativos tienen muchas ganas, que les urge encarar a los reporteros. Desean ponerlos al tanto. No vaya a ser que crean que le hacen al cuento. Que no saben de técnica de la enseñanza, de la ciencia de la educación, de la organización escolar. La paidología.
“Conseguimos un “re-for-món” -se ufana el pálido diputado Mario Delgado Carrillo-. Conseguimos un nuevo horizonte para la educación de los niños, las niñas, los adolescentes, los jóvenes. Esta reforma nos mostró deficiencias contenidas en la Constitución ...Que no habíamos visto.
“Ayer -sentenció haciendo girar vertiginosa, incansablemente su dedo índice derecho el diputado René Juárez Cisneros- ganó México. No hubo victoria de un individuo. Tampoco la derrota de otro. Ya el diputado Mario Delgado Carrillo lo dijo. ¡Y lo dijo bien! Yo debo aclarar: Esta reforma ve por las clases humildes. Les acerca la educación. Eso sí: Don René Juárez Cisneros nos aseguró -a los reporteros, conste- que los efectos de la reforma educativa se verán a mediano o a largo plazo. Y condicionó: Se necesitará una política de Estado. Y presupuesto. Dinero. Dinero. Y más dinero.
Don Mario Delgado Carrillo -amo y señor de la mayoría parlamentaria- se muestra generoso. Se aproxima a René Juárez. Le palmea la espalda. Y lo hace con el propicio , útil, proteico Arturo Escobar y Vega. ¡Uf! Apruebo, aplaudo, me adhiero, apoyo. Sus frases y gestos predilectos, favoritos. Pertenece -sí, es propiedad- del Partido Verde Ecologista de México. Su metamorfosis es infinita. Pero enérgico advierte -a los reporteros-: “Faltan ordenamientos. La ley se perfeccionará . Veremos frutos de esta Reforma Educativa dentro de muchos años”.
Estuvo ahí una muchacha colombiana: “Soy Miss Bikini”. Una banda le cruzaba el torso. Este viernes hay sesión en San Lázaro.