El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que la entrega de plazas automáticas a los maestros de las escuelas normales, fomente la corrupción en el sistema magisterial.
A su vez, reclamó que la molestia de la oposición en la Cámara de Diputados es porque se protege el cierre de las escuelas normales, las cuales fueron desprestigiadas en la reforma educativa de Enrique Peña Nieto.
Durante la conferencia mañanera, explicó que la designación de los espacios laborales se realizará en una mesa tripartita con los sindicatos, gobierno estatal y federal.
“Esto no significa que va a haber corrupción.
Decían que yo deseaba regresar a cuando se vendían las plazas, incluso se me acusó de eso, de que yo quería que se cancelara la reforma, para que se regresara a la venta de las plazas [...] Es un sistema tripartito donde participa el sindicato porque tienen derecho a hacerlo no solo la CNTE, el SNTE, participa el gobierno del estado y el gobierno federal, es tripartito y hay un proceso. Lo que se definió y tampoco les gustó pero ni modo, es que no se van a cerrar las escuelas normales como lo venían haciendo”, aseveró.
Asimismo, hizo un llamado al Senado de la República para que secunden la aprobación de las leyes secundarias, pero sin medidas coercitivas, el desprestigio a los maestros ni la privatización del derecho de la educación.
“Yo creo que es algo necesario, algo que debió hacerse desde luego, como mencionas, falta la aprobación en el Senado. Yo creo que se está reponiendo el procedimiento, nunca debió aprobarse la mal llamada reforma educativa fue un error garrafal, una imposición”, opinó.
Reiteró que no es como antes, que se aprobaban las leyes por unanimidad, cuando el exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, aprobaba como mago el presupuesto de egresos federales.