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México asumirá la Presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Americanos (CELAC) el próximo miércoles, en medio de la peor crisis diplomática con Bolivia, país que debería pasarle la estafeta, pero no lo hará, por lo menos de manera protocolaria, lo que hace prever que la administración de Andrés Manuel López Obrador debute “con el pie izquierdo” en el organismo regional.
De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que encabeza el canciller Marcelo Ebrard, 27 de los 33 países que integran la CELAC ya confirmaron su asistencia a la ceremonia en la Ciudad de México, en la que el presidente López Obrador, asumirá la titularidad pro témpore del organismo regional.
Aunque el gran ausente será Bolivia, cuya Cancillería anunció que no asistirá porque “simplemente era el gobierno de La Paz quien debía convocar a esa reunión y en territorio boliviano, de acuerdo a las reglas de la CELAC”.
Sin embargo, consultada al respecto, la SRE aseguró a El Sol de México que “los procedimientos para el funcionamiento orgánico del organismo latinoamericano, no cuentan con un mecanismo específico ni preestablecido para la transmisión y/o instalación de la Presidencia pro témpore”.
Subrayó, además, que el formato de transmisión e instalación de la PPT del 2020 se estableció conforme a lo acordado con el Estado Plurinacional de Bolivia en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada en la Ciudad de Nueva York, en septiembre del año pasado.
En esa ocasión, de acuerdo con fuentes de la propia SRE que participaron en dicha reunión, el canciller Ebrard logró que la ceremonia de traspaso, que tradicionalmente se realizaba en el país que dejaba el cargo, como reclama el actual gobierno boliviano, se realizara para esta ocasión en México bajo el argumento de que el presidente López Obrador “no viaja al exterior”.
El gobierno boliviano, en ese momento encabezado por Evo Morales, a fin a la administración mexicana, accedió a la petición de Ebrard Casaubon sin contar que tres meses después sería obligado por el Ejército a renunciar en medio de acusaciones de fraude y a asilarse por un mes en México, desatando la peor crisis diplomática en los más de 80 años de relación entre los dos países.
Lo que se esperaba fuera una “lucida” ceremonia y la oportunidad del presidente López Obrador para posicionarse en América Latina, será un “sencillo” evento al que, según la Cancillería, declinaron asistir cuatro países, los cuales no quiso revelar, tras el escalamiento del conflicto diplomático con Bolivia.
Para Eduardo Bueno, experto en temas latinoamericanos, ahora el gobierno interino de Jeanine Áñez en Bolivia, no sólo desconoce ese pacto, sino que además intenta utilizar el traspaso de la CELAC como “moneda de cambio” para que México entregue a los nueve refugiados, incluido Juan Ramón Quintana, ministro de Gobierno y uno de los hombres de confianza de Evo Morales, que continúan bajo su resguardo en su residencia oficial en La Paz.
“Es claro que el gobierno de facto en Bolivia está muy molesto con México por el apoyo que ha brindado a Evo Morales y su gente y que intenta boicotear su presidencia en la CELAC, que curiosamente Bolivia precede”, dijo el experto.
-¿Realmente puede afectar a México en este foro latinoamericano?, se le peguntó
“De inicio, lo que se planeó como una ceremonia entre amigos en la que López Obrador podría lucirse como líder latinoamericano, simplemente terminará en una asunción rodeada de conflictos y con la ausencia de uno de los protagonistas, eso hace prever que el presidente mexicano debutará con el pie izquierdo en uno de los organismos más importantes para la región y que el conflicto diplomático entre ambas naciones sí salpicó a la CELAC y a la región”, respondió Bueno.
El experto destacó que la CELAC es el único mecanismo regional de diálogo y concertación política que concentra exclusivamente a los 33 países de la región de América Latina y el Caribe, agrupa el 17 por ciento de los miembros de la ONU; tiene una población aproximada de 624 millones de personas, que representa el 8.6 por ciento de la población mundial; ocupa el 15 por ciento del territorio del planeta y genera 7.1 por ciento del PIB mundial.
El conflicto entre México y Bolivia comenzó cuando nuestro país aceptó darle asilo a Evo Morales, escalando cuando el expresidente boliviano comenzó a dar declaraciones sobre su posible candidatura en las elecciones de este año.
Pero el momento más tenso ocurrió el 24 de diciembre cuando Ebrard acusó al Gobierno de Áñez de asediar la embajada de nuestro país en La Paz. Días después, fue el incidente en la residencia de la embajadora donde se acusó que diplomáticos españoles trataron de sacar clandestinamente a Quintana del inmueble.
El saldo fue la expulsión de diplomáticos mexicanos y españoles de Bolivia, incluía la embajadora María Mercado.
