Lamentamos que el Senado de la República tome la puerta falsa y se apruebe una reforma laboral, dictada desde Estados Unidos, que antes siquiera de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación está condenada a ser modificada.
Así lo aseguró la Confederación Patronal de la República Mexicana, misma que pidió respeto a los procesos legislativos y certeza a la ciudadanía sobre su marco jurídico, pues sostuvo que “no queremos entrar a un país donde se legisla en la primavera y se cambia en el otoño, necesitamos darle estabilidad al Estado de Derecho” ante presiones por la ratificación del Tratado Mexico, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Hoy el Senado de la República ha dado un paso atrás en la soberanía legislativa; y si bien e cierto que, es grave que desde el exterior se imponga aranceles, mucho más grave es que desde el exterior se nos impongan normas e instituciones”, sentenció el presidente nacional de la Coparmex, Gustavo de Hoyos Walther.
En este sentido de Hoyos Walther aseveró que muchos de los extremos y excesos de esta reforma “no fueron elaborados en San Lázaro ni aquí en el Senado, fueron dictados desde Washington”, por lo que pidió se vele por el interés nacional sobre el de otras naciones.
Igualmente, dijo que las empresas afectadas por la aprobación de esta reforma serán las micro y pequeñas empresas, quienes dijo podrán enfrentar 120 mil sentencias adversas de ser condenados injustamente en sentencias laborales, mismas que “de cumplirse estarían prácticamente condenando la desaparición de las empresas”.
“No nos preocupan aquí las grandes empresas que tiene estructuras y que tienen modo de defensa, nos preocupan los pequeños talleres, los pequeños comercios que se les imponen cargas procesales inmoderadas”, comentó.
Por su parte, denunció que con las nuevas facultades del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, este órgano es como un “INE pequeño” que prácticamente está convirtiendo a las asambleas sindicales en “procesos electorales políticos en lugar de ser procesos electivos al interior de un sindicato”.
Ello, al mencionar que debido a sus nuevas funciones este centro tendrá, en los próximos cuatro años, la obligación de revisar el cien por ciento de todos y cada uno de los cerca de 500 mil contratos colectivos de trabajo en el país, así como la presencia de 375 mil asambleas sindicales por año pagadas de formalidades por parte de este organismo, que dijo desnaturaliza la función de tutela y no de fiscalización que debe corresponder a la autoridad laboral.
Asimismo, criticó que se deje en las manos de los líderes sindicales la libre decisión de sus agremiados de pertenecer o no a éste, de estallar o no una huelga, así como de levantarla o continuarla.
“El primero de mayo es una fecha que celebramos de manera conjunta trabajadores y patrones, pero definitivamente esta legislación no es un buen regalo de primero de mayo”, finalizó el dirigente de la Coparmex.