El tráfico de armas, uno de los principales problemas que inciden en la violencia en México, es abordado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para denunciar la infiltración de movimientos sociales, enviar un mensaje al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y apuntalar su decisión de meter al Ejército en la administración de las aduanas.
Al hablar del tema el mandatario asume un tono serio. Recuerda la iniciativa enviada por Biden al Congreso estadounidense para regular la venta la venta de armas y asegura que su tráfico a México ha disminuido.
"Estamos muy pendientes de las propuestas del presidente Biden en el sentido de llevar un control en la comercialización de armas, muchas de las cuales se introducen en nuestro país; ojalá que vaya al Congreso como iniciativa para la regulación de producción, distribución, de armas", expone.
Se calcula que al día, de Estados Unidos a México, entran más de 500 armas; en la última década ingresaron a México ilícitamente 2.5 millones de armas, estima la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Durante la década de 2010 a 2020, del total de armas aseguradas por el Ejército en México, 70 por ciento fueron fabricadas en territorio del vecino del norte y 30 por ciento en Europa.
Por ello, es que López Obrador, al hablar del tema se refiere al caso de los normalistas de Ayotzinapa, sobre el cual hay una comisión especial, pues las armas utilizadas en el caso presuntamente habrían llegado de Alemania. El 31 de marzo, el Tribunal Supremo de Alemania confirmó las penas decretadas en 2019 a la empresa armamentística alemana Heckler & Koch por la venta ilegal de 4 mil 219 fusiles de asalto a zonas en conflicto en México.
Desde el gobierno federal, aduce López Obrador, hay cero tolerancia a quienes trafican armas. Es probable que en una semana se dé un reporte completo del caso, afirma, porque se está actuando, investigando a quienes participan desde el gobierno en el tráfico de armas. "Se está limpiando, como se está haciendo como hacemos en migración en aduanas".
De acuerdo con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos., siete de cada 10 armas utilizadas por los criminales mexicanos son de origen estadounidense.
Con tono cómplice, pero enfático, el mandatario hace una revelación: "en el movimiento de Chihuahua había gente vinculada con los que operan en Jalisco en la delincuencia". En un decomiso en Nayarit, límites con Jalisco, relata, se encontró armamento de la Guardia Nacional que se había sustraído en la presa La Boquilla, en Chihuahua.
El movimiento se formó en Chihuahua con respecto al cumplimiento de un acuerdo sobre agua con Estados Unidos, lo que provocó violencia y la muerte tres personas, entre ellas una mujer; sin embargo, asegura tener la información de que se metieron intereses ajenos a lo que pudiera ser una causa justa, "inclusive grupos de la delincuencia organizada”.
López Obrador aprovecha para refrendar su decisión de poner al Ejército y a la Marina a operar las aduanas que ha permitido frenar el tráfico.
"Evitar aceptar programas con agencias extranjeras para introducir armas, como se hacía anteriormente, nos ayuda mucho y estamos sobre estos casos”.
Desde que la Sedena tiene el control de aduanas se han decomisado un número importante de armas, presume, hay más control y se está combatiendo el contrabando de armas.
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