"Estoy muy contento de haber podido servir a mi país (…) mi nombre pasará a la historia” fue una de las declaraciones de Ordaz tras la matanza de Tlatelolco y sí, su nombre pasó a la historia, pero como el peor presidente de México.
La conmemoración de los 50 años del movimiento estudiantil comenzó con el retiro de las placas en las que aparece el nombre del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva, ordenó retirar cinco placas conmemorativas de la inauguración del Metro, que corrió a cargo de Díaz Ordaz; las placas estaban ubicadas en las estaciones Pino Suárez, Balderas, Insurgentes, Zócalo e Hidalgo.
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Y los expertos en twitter no olvidaron dar a conocer su opinión, entre ellos resaltó el comentario del periodista Ricardo Alemán, quien adjudicó la acción a Andrés Manuel López Obrador y lo comparó con el dictador de la Unión Soviética, Joseph Stalin.
El tuit de Alemán, quien anteriormente había sugerido matar al presidente electo, provocó que varios usuarios le reclamaran al periodista que estaba desinformando con sus comentarios.
Otra usuaria de Twitter aseguró que Ricardo Alemán estaba "irritadito" por el triunfo de López Obrador en las elecciones presidenciales.
Pero llegó alguien a su defensa del periodista, Raúl Trejo Delarbre, investigador en temas de ciencias sociales, quien consideró que quitar las placas conmemorativas con el nombre de Gustavo Díaz Ordaz es similar a las acciones que Stalin implementó en la Unión Soviética para borrar los rostros de sus adversarios en cuadros y fotografías.
Y el debate no llegó terminó ahí…
El historiador Pedro Salmerón Sanginés tildó a Raúl Trejo de ser un defensor de las placas de Díaz Ordaz por lo que él le contestó que era "muy burro" al creer que la defensa del patrimonio histórico de la Ciudad de México "implica reivindicar a un asesino confeso como Díaz Ordaz"