Carlos Romero Deschamps, ahora exlíder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) dio a conocer los motivos de su renuncia en una nutrida carta dirigida a los agremiados y a la opinión pública; en ningún momento hizo referencia a una persecución o a una acusación de corrupción en su contra.
Romero Deschamps denunció la ausencia de cooperación entre trabajadores y que el sindicato atraviesa por una situación de mala reputación pues no se les ve como un complemento para el desarrollo de Petróleos Mexicanos.
"Hoy, por razones poco claras, no observamos la cooperación que debe existir entre trabajadores y administración para impulsar los proyectos que permitan el verdadero avance de Pemex hacia su consolidación".
"Tal parece que se ha recrudecido la antigua posición de vernos como contrarios y no como complemento en la tarea de respaldar a Pemex en su compromiso histórico de ser garantía del desarrollo nacional".
Ante las dos razones expuestas, Deschamps indicó que hay un "escenario poco favorable" para el cumplimiento de su responsabilidad como Secretario General por lo que "en términos del Artículo 37 de nuestros Estatutos Generales al Consejo General de Vigilancia" presentó su renuncia al cargo con carácter de irrevocable.
"A mis amigos, a mis compañeros, a mis hermanos petroleros, les agradezco desde lo más profundo de mí sentir su respaldo y su confianza, que me permitieron transitar estos años de dura lucha con la certeza de saber que detrás de mi dirigencia estaba la voluntad y la decisión de todos los trabajadores. Y por supuesto a mi familia, a mi esposa y a mis hijos mi gratitud eterna por su solidaridad y comprensión a mi quehacer sindical", agregó Deschamps en su despedida.
Finalmente, el ahora perseguido por la justicia mexicana pidió a los trabajadores mantener "sobre cualquier circunstancia la Unidad e Integridad de nuestro Sindicato, pues es bien sabido que ha sido la fortaleza fundamental que nos ha permitido sortear todo tipo de amenazas".