A mentadas de madre, Rubén Albarrán abre foro de masculinidad tóxica en el Senado

La presentación del vocalista de Café Tacva levantó airadas protestas por su expresión, pues el senador Julen Rementería del Puerto destacó que agarran al Senado como foro de “circo de cuarta’’

Gabriel Xantomila/Jacob Sánchez | El Sol de México

  · jueves 18 de julio de 2019

Foto: Daniel Galeana | El Sol de México

¡Hijos de la Chingada!, con esas palabras se dirigió el activista y músico de Café Tacvba, Rubén Albarrán Ortega, a los asistentes al foro “Los costos de la masculinidad tóxica: retos y alternativas para la igualdad y el bienestar’’.Inclusive, se presentó con una vestimenta folklor, usando un sombrero de palma con espigas que parecían cuernos a los lados.

Pero su presentación en el Senado levantó airadas protestas por su expresión, pues el senador Julen Rementería del Puerto destacó que agarran al Senado como foro de “circo de cuarta’’.

La diputada Martha Tagle se refirió al estudio de los costos de la llamada “caja de masculinidad’’, basada en seis categorías que engloban comportamientos vinculados con la experiencia de la hombría en México: violencia y acoso escolar, violencia sexual, depresión, suicidio, consumo excesivo de alcohol y accidentes de tráfico.

Esos costos, dijo, tienen efecto directo en la salud de los hombres, en las desigualdades, discriminaciones y violencias que ejercen entre sí y contra las mujeres, niñas y niños.

En su oportunidad el músico Rubén Albarrán, en su presentación, se dirigió a los asistentes: “respetuosos y empáticos saludos, hijos de la chingada –risas entre los asistentes; por favor, no se ofendan, no lo tomen personal, no es a ustedes. Si bien me siento contento de estar aquí en el Senado, no es a ustedes trabajadores de este recinto a quienes me dirijo…

Pero el senador Julen Rementería dijo que el Senado debería mantener en sus foros y eventos “una línea de seriedad’’; no estoy hablando mal del tema, simplemente de seriedad, de darle nivel al debate y el tema, el que se tenga que tocar que se toque, pero con respeto y seriedad.

“Habrá quien seguramente piense de manera diferente, pero hay lugar para todo, pero el Senado debería ser un lugar sí para las expresiones pero siempre con respeto y mesura. La libertad de expresión no significa bajar el nivel de la comunicación ni de la forma de decir las cosas ni la vestimenta".

También participaron la senadora Citlalli Hernández Mora, representante de organizaciones de salud y de organismos de la sociedad civil.

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