Tras la renuncia, esta semana, de Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, especialistas consideran que es urgente que el Senado transparente cuál fue la causa grave de su salida, cuando le quedaban 11 años más de ejercicio judicial.
De acuerdo con los expertos, puede especularse desde un golpe a la autonomía del Poder Judicial de la Federación o impunidad para el también exprocurador General de la República, en el supuesto desvío de 103 millones de pesos a cuentas personales en Estados Unidos y el Reino Unido, mismas que ya investiga la Unidad de Inteligencia Financiera.
La presidenta del INCIDE Social A.C, Clara Jusidman, comentó que, pese a que desde su designación hubo cuestionamientos a “su conducta y honestidad personal”, la carta de renuncia de Medina Mora “es escueta” y no se observan “las causas profundas estructurales que supone la Constitución.
“¿A cambio de qué entrega Medina Mora su renuncia, cuando fue una posición que él buscó durante tantos años, cuando le faltaban 11 años en el ejercicio?
Algo muy fuerte lo obliga a renunciar, y también ahí hay que ver a cambio de qué, a lo mejor a cambio de la impunidad. Por eso es importante que se investigue la causa grave que lo obliga a renunciar”, explicó.
Por su parte, el doctor Josafat Cortez Salinas del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que “la pelota está en el Senado”, pues antes de autorizar la renuncia, debe pedirle al exministro que explique las razones de su salida en una comparecencia pública.
“Aún no sabemos bien cuáles son esas causas graves. Hay que tener en cuenta en el contexto, una confrontación del Ejecutivo con el Poder Judicial, que la denuncia puede ser leída como un ataque a la independencia del Poder Judicial”, opinó.
En tanto, el doctor y docente en el Centro de Investigación y Docencias Económicas, José Antonio Caballero, considera que Medina Mora pudo enfrentar el proceso sin renunciar a la Suprema Corte.
“El ministro pudo haber optado por mantenerse en el cargo y organizar su defensa ahí, digamos, esperar el desafuero, pero optó por esta salida”, destacó.
Tras recordar que el exdirector del CISEN fue el primer ministro cuestionado desde 1995 y que votaba en favor de los intereses del Estado, como “la mano dura” en las políticas de seguridad, José Antonio Caballero apunta que el próximo ministro debe estar lejos de las líneas partidistas.
En este sentido, los expertos, coinciden en que se debe proteger la autonomía de la SCJN y lo mejor sería que en la próxima terna se proponga a candidatos externos al Poder Judicial y ajenos al presidente.