En el campo económico, el sexenio de Enrique Peña Nieto termina, en general, como uno bien evaluado cuando se compara con sus tres antecesores, principalmente gracias a sus avances en generación de empleo, crecimiento económico, reformas e inversión, aunque también deja pendientes temas como inflación, deuda y calidad del empleo.
Con claroscuros en materia económica, el sexenio de Peña Nieto fue uno marcado por un entorno económico adverso, pero que pudo lograr avances en materias clave.
Mientras que la estabilidad macroeconómica se mantuvo, su administración tuvo que lidiar con una lenta recuperación económica mundial tras la crisis de 2009, en particular la de Estados Unidos y sus socios, lo que impactó las expectativas de crecimiento mexicanas ancladas en el intercambio comercial.
Asimismo, el derrumbe del precio del barril de crudo en los mercados internacionales impactó los balances de crecimiento en la actividad petrolera y redujo la fuente de ingresos para el gobierno, hacia la recta final de este gobierno, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos y su retórica proteccionista, marcaron una etapa de intensa incertidumbre.
Con un crecimiento económico anual promedio de 2.4%, Peña Nieto se ubica por arriba del 1.7% de Felipe Calderón y el 2% de Vicente Fox, aunque se queda detrás de Ernesto Zedillo con 3.3%; sin embargo el sexenio de Peña será el primero en los últimos años en no registrar una contracción.
En materia de empleo, cuatro millones de empleos formales fueron creados, en parte gracias al esfuerzo de formalización del sector informal. De esta manera la administración que termina casi duplica los números observados durante el sexenio de Felipe Calderón, pero deja pendientes como la mejora en la calidad del empleo.
En cuanto a inflación, a mediados de su mandato, en 2015, el año cerró con una de las más bajas registradas en la historia, de sólo 2.1%, pero ésta escaló hasta 6.7% al cierre de 2017.
A pesar de haberse visto presionado por la reducción en sus ingresos, Peña Nieto superó en materia de inversión física a sus tres antecesores, principalmente enfocando sus baterías en obras relacionadas a energía.
Sin embargo, a pesar de sus logros, los niveles de deuda durante este gobierno casi se duplicaron, alcanzando actualmente el 57% del PIB nacional, cuando los recibió en 33 % a la salida del gobierno de Felipe Calderón
Además, fueron aprobadas reformas de gran calado como la energética, financiera y telecomunicaciones, las cuales según el sector privado han potenciado el crecimiento y la competencia.
En entrevistas otorgadas con motivo de su Sexto Informe, Enrique Peña ha asegurado que su administración no concretó todos sus objetivos; sin embargo, "lo importante son las tendencias que estamos dejando" en materia de economía y crecimiento que encaminan al nuevo gobierno.