Somos un movimiento en crisis: Gibrán Ramírez, candidato a la dirigencia de Morena

No tiene dudas de que Morena ganará la mayoría de los cargos que se juegan en 2021

Bertha Becerra | El Sol de México

  · jueves 24 de septiembre de 2020

Foto: Alejandro Oyervides

Uno de los riesgos que amenazan, incluso con la desaparición de Morena, son las facciones en su seno, alerta Gibrán Ramírez Reyes, el más joven de los contendientes por la dirigencia nacional de ese partido.

No es el único riesgo que ve el exsecretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS). También alerta del peligro de aliarse con cualquiera para contender en las elecciones que tendrán lugar en 2021.

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“Tenemos que impedir de nuevo esas alianzas desastrosas. Si (Morena) sigue con eso, perderemos más credibilidad. Hemos perdido 15 puntos porcentuales de intención del voto en dos años, en los últimos 24 meses que el movimiento ha tenido más recursos, más estructura y una extensión territorial que la izquierda nunca soñó”, reconoce.

Y agrega: “El riesgo está latente. Si no nos organizamos correctamente, la Cuarta Transformación se puede quedar en un intento sexenal. Y eso sería trágico”.

Ramírez admite, en entrevista con El Sol de México, que en vez de que Morena sea un movimiento boyante, “somos un movimiento en crisis o incluso hemos dejado de ser un movimiento. Somos una parálisis y hay que acabar con eso”.

No tiene dudas de que Morena ganará la mayoría de los cargos que se juegan en 2021. “Pero la pregunta es ¿cómo los vamos a ganar? Si gana un candidato de una facción, para contentar a las demás va a tener que repartir cuotas, candidatos, puestos y presupuestos. Eso se llama PRD y ya fracasó”.

Hace ver además que los diputados Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, ambos contendientes por la dirigencia nacional, no han pedido licencia a sus cargos para competir por la dirección de Morena. “Su prioridad no es el partido”, sentencia.

La Cuarta Transformación se puede quedar en un intento sexenal

CANDIDATO SIN FACCIÓN

Además de juventud, Gibrán Ramírez ofrece nuevas ideas en la dirección del CEN de Morena, como la creación de una encuestadora propia, un observatorio de sus militantes en cargos públicos y una Coordinación Nacional de Diálogo Permanente con movimientos sociales.

—¿En qué consiste su Programa Estructurado?

—Son varias cosas. Soy el único de los candidatos que no tiene una facción. Este es un ofrecimiento muy importante. Me acompañan miles de compañeros que creen en mí y en lo que propongo y eso me permitirá no sólo hablar con los compañeros de todas las facciones sino poner reglas claras y transitar hacia una institucionalidad.

—¿Qué ofrece?

—Ofrezco en primer lugar, el único programa que se ha puesto sobre la mesa, que me parece es lo más crítico del asunto. No ha presentado ningún compañero un programa. Presentamos nosotros uno que discutimos ya por largos meses, desde que empezó el confinamiento… Construimos un programa derivado en una propuesta de 50 cuartillas que está en mi página www.gibran.mx.

—¿Cuáles son los tres puntos medulares?

—Son complicados de elegir, pero uno es la construcción de un método confiable para decidir sobre las candidaturas, que implicaría la creación de un Departamento de Encuestas, a concursarse por oposición abierta y que incluyera sociólogos, demógrafos, actuarios. Esto es, una encuestadora propia, para no depender de empresas privadas que se saturan en años electorales y que además no tienen una realización uniforme de ejercicios. Morena necesita eso. En 2018 estuvimos al borde de crisis políticas por eso, por el asunto entre Ricardo Monreal y el partido y la doctora Claudia Sheinbaum (por la Jefatura de Gobierno de la CDMX). No se convirtió en una crisis sólo porque López Obrador estaba al frente y era la prioridad.

—¿Y el segundo?

—Necesitamos con urgencia un observatorio de los cargos electos de Morena, particularmente de los gobiernos municipales y estatales, y de cómo se acercan o se alejan con los principios y tareas de la Cuarta Transformación. De modo tal que podamos sancionar a los que no gobiernan con el programa, que no hacen caso de los principios, impidiéndoles postularse para un nuevo encargo… o para una reelección, que es lo que buscan ahora muchas diputadas y diputados y por eso impulsan a Mario Delgado.

—¿La tercera?

—Me parece urgente crear una Coordinación Nacional de Diálogo Permanente con movimientos sociales, con sindicatos, con organizaciones vecinales que permita que el partido deje de ver hacia adentro nada más, deje de mirarse el ombligo... Esta Coordinación tendría además la condición de ser una buena cantera de candidatos externos que debemos tener por Estatutos, y sería mejor sacarlos de la gente que ahora lucha, que de la cubeta de famosos de donde sacaron a Cuauhtémoc Blanco o a Lily Téllez.

AGENDA FEMINISTA

El aspirante a la presidencia de Morena cree que el partido debe abrirse al movimiento de mujeres y resarcir algo el error comunicativo del presidente López Obrador en torno a la agenda feminista.

“Morena debe tener espacio para las colectivas que luchan, no solamente el movimiento feminista. También hay muchas otras luchas de mujeres contra las empresas extractivas o por la búsqueda de los desaparecidos y la memoria. La mayoría que está en esos movimientos son madres buscadoras. Particularmente ahí tendría que concentrarse Morena”.

Y finalmente, sobre lo que debe ser Morena, Ramírez Reyes dice: “Creo que nuestro movimiento tiene que ser la institución que realice las labores fundamentales de organización, de movilización, de educación política y de lo que hemos sido omisos.

“En la comunicación hemos dejado solo al Presidente en sus mañaneras, al frente de su atril, defendiéndose solo. Mientras Morena habla de Morena, en lugar de hablar del país y del proceso de cambio”.