El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, aseguró que los súper delegados ya no son impedimento para trabajar con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque no mantiene relación con Carlos Lomelí, delegado en ese estado.
“Cuando el presidente tiene disposición de recibirnos directamente, de establecer un diálogo que fluya, pues creo que el tema de los delegados pasa a segundo plano”, afirmó después de una reunión privada con el primer mandatario en Palacio Nacional.
De esta manera, rechazó respaldar el amparo interpuesto por el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, contra los súper delegados ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Durante el encuentro solicitó al político tabasqueño los recursos para financiar los proyectos multianuales de Jalisco, los cuales ascienden a 21 mil millones de pesos, solamente para concluir la Línea 3 del Metro de Guadalajara, que requiere cuatro mil millones de pesos y otros nueve mil millones para labores de abastecimiento de agua.
“Ahí el reto de inicio son nueve mil millones de pesos, pero estamos hablamos de otros proyectos importantes como terminar la Línea 3 del Metro, es la segunda obra de transporte público más importante del sexenio pasado y que quedó tirada, tiene ya un año de atraso y tenemos que ver cómo terminamos, hay un faltante de cuatro mil millones de pesos para terminarla, en fin, son retos importantes”, detalló.
Sobre la Guardia Nacional, comentó que confía en que la militarización del mando operativo de la Guardia Nacional será temporal y, según entiende, en los próximos días se resolverá a favor de establecer un mando civil a futuro.