Tras lamentar la muerte de tres militares durante una emboscada en la Sierra de Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió a los familiares de los integrantes de las Fuerzas Armadas, no arriesgarlos y cuidarlos.
“Estamos nosotros pendientes de ellos, que no vamos a arriesgarlos, que los cuidamos y que nos sentimos muy orgullosos de lo que hacen, mucho muy orgullosos de lo que hacen”, garantizó en la conferencia mañanera.
Asimismo, señaló que han priorizado el trabajo de inteligencia, para evitar enfrentamientos militares durante los operativos, en los que se registraban decesos tanto de fuerzas castrenses como civiles.
“No queremos que suceda lo que pasaba en años anteriores, que perdían la vida muchos, tanto civiles, como militares en enfrentamientos. Aquí viene un cambio en esa política, nosotros no queremos la guerra, no declaramos la guerra”, expresó.
Según dijo, en lo que va del gobierno han disminuido el número de caídos en las Fuerzas Armadas, debido a la nueva estrategia de seguridad.
Los militares eran originarios de Veracruz, de los municipios de San Andrés, Santiago Tuxtla y el centro del estado. Se dirigían a una comitiva en el estado de Guerrero, cuando fueron emboscados.
López Obrador enfatizó que en el Plan Nacional de Desarrollo se prioriza el respeto a los derechos humanos y la protección de los ciudadanos, ya no están permitidas las masacres, ni el exterminio. Además, de que se ha optado por atender en primera instancia las causas de la inseguridad: la pobreza y falta de oportunidades.