Hace 26 años el grupo San Ángel coadyuvó a sentar las bases del avance democrático en el país y de consolidar la participación de la sociedad civil en el quehacer nacional vía la creación de instituciones de rendición de cuentas gubernamental y organismos autónomos como el INAI o el INE, mismas que hoy no deben ser desmanteladas, asegura el politólogo Alfonso Zárate al presentar su libro La generación de 1994 que marcó historia: el Grupo San Ángel.
El doctor Zárate –integrante de dicho grupo— considera que muchos jóvenes desconocen hoy que en aquel año se reunieron intelectuales y políticos tan disímbolos como Carlos Monsiváis, Enrique Krauze, Enrique González Pedrero, Jorge Castañeda, Vicente Fox, Lorenzo Meyer, Santiago Creel y Alonso Aguilar Zinzer con priistas como Jesús Reyes Heroles Garza, Elba Esther Gordillo, Bernardo Sepúlveda, Luisa María Leal, Margarita González Gamio. Y hasta con quienes, con el tiempo, devinieron en colaboradores del presidente López Obrador como Tatiana Clouthier, Alejandro Gertz Manero y José Agustín Ortiz Pinchetti.
“Eran los años del partido único, en los que Televisa se decía soldado del PRI, las elecciones las organizaba la Secretaría de Gobernación y los cauces democráticos estaban cerrados. El grupo nace en un momento perturbador en el que Salinas de Gortari decía que con el TLC México entraba a la modernidad, pero un grupo guerrillero indígena en Chiapas le demostraba que eso no era cierto, que había muchos olvidados del desarrollo, y para rematar, el asesinato del candidato oficialista a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio”.
OBJETIVOS DEL GRUPO
El también periodista afirma que este grupo tan diverso confluyó en ese momento de crisis para el país con un propósito común, que se expresaba en tres objetivos: el primero, pugnar por elecciones apegadas a la ley, limpias y creíbles, que garantizaran el respeto a la voluntad popular.
En segundo lugar, procurar la conservación de la paz, la estabilidad y la unidad nacional, sobre todo tras la elección del 88, ensombrecida por la idea del fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas, presuntamente perpetrado en las oficinas de la Secretaría de Gobernación (Segob), que encabezaba Manuel Bartlett.
Se pensaba que la elección en 1994 iba a ser una elección muy reñida, que iba a terminar en un gran conflicto postelectoral.
“Lo que Demetrio Sodi llamaba el choque de trenes”. Y en tercer lugar, contribuir al avance cívico y democrático del país.
“Yo asistí a todas las reuniones del Grupo San Ángel, con excepción de la primera, y en todas tomé notas que, llevadas a mi computadora, daban unas 85 páginas.
Cuando se acercaban los 25 años de esa experiencia pensé que valía la pena recuperarla, porque era también mostrar cómo a finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado se dio esta explosión de organizaciones ciudadanas”.
EXPERIENCIA EXITOSA QUE DEBERÍA REPETIRSE
El doctor Zárate piensa que esos intelectuales, académicos, activistas y políticos influyeron en su momento para que las cosas cambiaran para bien. “Sin embargo, creo que hacer una lectura a la distancia nos demuestra que la construcción de instituciones democráticas es un proceso azaroso, muy lleno de tropiezos y dificultades.
Y lo más grave es que no es un proceso que se dé, de una vez y para siempre.
“Lo que hemos observado en los últimos años (pienso en la administración de Enrique Peña Nieto) es cómo los gobernantes no están cómodos con instituciones como el INAI o el IFE y entonces buscan la manera de controlarlas, algunas veces modificando su estatuto jurídico, pero en otros basta con que controlen a los comisionado o a los consejeros, para tener ahí personeros al servicio del poder en turno. Entonces creo que una de las lecciones de esa experiencia es que no hay que bajar la guardia.”
DESPRECIO A LA "SOCIEDAD CIVIL"
Alfonso Zárate considera que en los actuales momentos una experiencia similar sería doblemente importante “porque me da la impresión que el presidente López Obrador tiene un enorme desprecio hacia lo que él llama la sociedad civil y los órganos autónomos”.
“Pienso, por ejemplo, en lo que en estos días el gobierno tendría que estar haciendo frente a la pandemia, y es cuando veo que el Presidente le pide a los empresarios que se rasquen con sus propias uñas, desconociendo que la inmensa mayoría de los empresarios pertenecen a la clase media baja o a la clase baja, es decir gente que se parte el alma, que se levanta a las 3 o 4 de la mañana para abrir su pequeño negocio, ya sea una fonda, una tintorería, una tortillería. El presidente necesita repensar su realidad del país”.
VOCES CONOCEDORAS Y SENSATAS
Considera Alfonso Zárate que si las prioridades presidenciales van a seguir siendo los grandes proyectos como el Tren Maya o el nuevo sistema aeroportuario, es necesario que haya contrapesos, voces conocedoras, expertas y sensatas que lo puedan llevar a una corrección.
"Esperemos que existan esos márgenes, porque de lo contrario, lo que viene hacia adelante para el país va a ser muy perturbador", afirmó el politólogo y periodista.
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