“Los caciques han sido un freno para el desarrollo de la clase trabajadora. Se necesitan líderes sindicales auténticos que defiendan causas y no se conviertan en verdugos. Lo tengo bien claro, el caciquismo sindical ha generado deterioro en las condiciones de los trabajadores, ha provocado ser cómplice de la eliminación de conquistas, la disminución del poder adquisitivo y ha frenado un desarrollo armónico. Eso tiene que cambiar, los sindicatos son instrumentos de lucha que se deben democratizar y perfeccionar en bien de la clase trabajadora”.

En entrevista con El Sol de México, Ricardo Monreal Ávila dio su evaluación de los primeros tres meses de trabajo legislativo.

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¿En México se premia a líderes sindicales, cooptados y de enriquecimiento inexplicable?

Los sindicatos deben de fortalecerse, nombrando a dirigentes auténticos que defiendan causas y no se conviertan en verdugos, por esa razón en enero podríamos estar convocando a periodo extraordinario de sesiones, en el que también se contemple a la reforma laboral.

Con la reforma laboral tendrán que transparentarse los procesos de elección, erradicar los cacicazgos y la corrupción interna en los sindicatos.

¿El 2018, un año para la historia?

El presidente es un hombre de Estado y no hubo el catastrofismo que se decía, tampoco se fueron del país aquellos si es que ganaba Andrés Manuel López Obrador. Es un proceso de cambio profundo con impulso a la austeridad republicana, la supresión de privilegios, la apertura de Los Pinos como centro cultural y el trabajar en Palacio Nacional todos los días, una agenda modesta sin tanta seguridad y reducir su salario.

¿Desterrar lo malo de este viejo régimen priista y rescatar lo bueno?

No se trata de derribar, destruir todo lo que se había construido en el viejo régimen, sería un error; soy de los que piensan que hay que rescatar algunas políticas públicas del pasado que puedan mejorarse y perfeccionarse y construir un nuevo régimen sobre cosas buenas.

Es maniqueo decir que todo estaba mal; muchas cosas estaban mal de las cuales está remediando ya el presidente López Obrador con anuncios como el huachicoleo que cada año se roba 70 mil millones de pesos, 600 pipas diarias a los ojos de toda autoridad y la revelación de 150 mil millones de pesos desviados por facturas apócrifas y falsas con quebranto al erario.

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¿Qué rescataría del viejo sistema priista?

Rescataría la vida comunitaria, la tradición campesina, pero no cambiaría su esquema de organización; la parte de educación, aunque reformar la educación, en las aulas, en las escuelas donde todavía existe enorme tradición; y también cuidaría instituciones que, aunque tengan corrupción podrían mejorarse, como el sector Salud, IMSS, instituciones sociales que ayudan mucho al país.

Mejoraría los sindicatos, eliminaría los cacicazgos. El país tiene una característica propia de libertad, y ahora que se ha profundizado la democracia, también democracia.

Del viejo régimen debe erradicarse la corrupción, la deshonestidad, los privilegios, lo ostentoso y costoso en que se convirtió el gobierno; la impunidad y también la parte de ir cerrando el abismo de la desigualdad, los altos sueldos de funcionarios con los miserables salarios de los trabajadores. Todo eso tendría que eliminarse como símbolos del viejo régimen. Todas esas lacras de autoritarismo, caciquismo, corrupción, impunidad, injusticia. Esa es la parte que se necesita corregir de fondo.