El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, artífice de la acción de inconstitucionalidad contra la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que fue admitida en la Suprema Corte y derivó en su congelamiento, dijo que la autoridad que pretende vulnerar la independencia y la autonomía de los órganos autónomos “siembra las semillas de un autoritarismo despótico”.
Al encabezar, junto con el titular del Ejecutivo, la entrega del premio Nacional de Derechos Humanos, González Pérez argumentó que comparte la premisa de que “la austeridad permee la vida pública”. Pero acotó que se deben revisar las estructuras burocráticas con un enfoque integral.
“En la CNDH defendemos derechos, no defendemos privilegios (…) “No debe estigmatizarse el servicio público, por el contrario, debe fortalecerse para qué, mediante servicios profesionales de carrera, reales y operativos, sea opción de vida para los mexicanas y mexicanos’’, lanzó ante la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Salón Tesorería de Palacio Nacional, el Ombusdperson exigió el respeto a la división y equilibrio de los Poderes de la Unión, el respeto de la pluralidad y el disenso y pugnó para que no se debilite la institucionalidad democrática precarizándola o haciéndola administrativamente inoperante.
La base de la actuación de la CNDH y los órganos autónomos, enfatizó, está en lo dispuesto por la Constitución y por las leyes. “Al margen de decisiones políticas o coyunturales’’, apuntó.
El defensor de los derechos humanos agregó que la capacidad, integridad y compromiso de los servidores públicos no depende o está condicionada al tipo de cargo que ocupen.
“Estamos convencidos de ajustar de la necesidad y conveniencia de ajustar, tanto aquellas remuneraciones que resultan excesivas como aquellas que son insuficientes, pero deben seguirse estándares internacionales, bajo parámetros objetivos y fundados en la Constitución, que no vulneren derechos, precaricen y divida asumiendo la virtud o los vicios de méritos, capacidades y profesionalismo”, señaló.
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recordó que la CNDH siempre ha estado del lado de la ley y de la gente. Esta Comisión Nacional surge por la necesidad de defender la dignidad humana y los derechos inherentes a la misma.
En este escenario, López Obrador garantizó “se acabó” la etapa en que los poderes Legislativo y Judicial estaban subordinados al Ejecutivo.
El Premio Nacional de Derechos Humanos 2018 fue entregado al constitucionalista Héctor Fix-Zamudio y Tita Radilla. Del primero, el tabasqueño resaltó su estatura moral por declinar a ser ministro de la Corte.