El recinto legislativo de San Lázaro se perfila para que diputados y senadores reciban el segundo informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la sesión inaugural del Congreso General con el que se iniciará el periodo ordinario de sesiones. Se pensaba en trasladar el Congreso de la Unión a un recinto alterno para evitar concentraciones y contagios por Covid-19; y entre las posibles sedes se mencionaba la plancha del Zócalo, el Centro Médico y el Auditorio Nacional, éste último como la opción más viable, aunque la renta del inmueble, estimada en dos millones de pesos, aparte de la renta de equipo, audio y luz, pago de personal de producción, técnicos y otros gastos asociados, no responderían a los tiempos de austeridad.
El coordinador parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, Mauricio Kuri, dijo que estarían dispuestos a acudir al Zócalo. “En principio lo que hemos platicado en el grupo y es que sí; sí es para tener menor riesgos a la salud de nosotros y de los ciudadanos que regresamos a nuestros estados, en principio sí, sí estaríamos acompañándolo de esa forma", dijo.
En tanto, el senador Miguel Ángel Mancera, coordinador parlamentario del PRD, declaró que nada está decidido respecto a donde será la sede de Congreso General.
Fuentes consultadas por El Sol de México revelaron que la opción más viable es la Cámara de Diputados, por lo que ya están en marcha todas las medidas de seguridad necesarias y los protocolos sanitarios; el reacomodo de curules y de medios de comunicación, así como el personal, únicamente necesario para desarrollar los trabajos legislativos de ese martes 1 de septiembre. El aforo de Congreso General es de 628 legisladores, entre los 500 diputados y los 128 senadores; además se analiza la posibilidad de que sea un esquema mixto, es decir, que una fracción de los legisladores esté presente en el Pleno y otro más lo haga de manera remota.