El endurecimiento de las políticas migratorias por parte de Estados Unidos ha generado la proliferación de albergues improvisados en las ciudades fronterizas, para atender la demanda de hospedaje de migrantes que no han podido ingresar a la Unión Americana.
De acuerdo con en el informe “Migrantes en albergues en las ciudades fronterizas del norte de México”, elaborado por el Colegio de la Frontera Norte (Colef), hasta marzo pasado operaban 90 albergues en las ciudades de la línea que separa al país de EU, casi el doble de los que se tenía registro en 2015.
Las ciudades con mayor número de albergues son las de mayor tamaño: Tijuana, con 31, Ciudad Juárez, con 16, y Mexicali, con 11. Pero incluso ciudades más pequeñas como Nogales, Piedras Negras y Ciudad Acuña cuentan con un número significativo de albergues.
El estudio destaca que el reforzamiento de la política antiinmigrante en Estados Unidos, con la llegada de Donald Trump, ha disparado el número de deportados, principalmente centroamericanos, a México, lo que ha provocado, además, la proliferación de albergues improvisados con casas de campaña o plásticos adaptados, donde los migrantes permanecen en situaciones de total vulnerabilidad.