El gobierno de presidente Joe Biden abrió una caja de Pandora en el tema de movilidad humana, lo cual es importante porque refleja un enfoque humanitario, ordenado y seguro, muy diferente al de su antecesor Donald Trump.
“Sin embargo no plantea una eficaz gobernanza y de corresponsabilidad migratoria y articulada al desarrollo, con lo cual el tema migratorio es parte de la agenda electoral estadounidense, por la crisis de seguridad fronteriza”.
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“Por ello, entre otros factores de política doméstica existen posibilidades de que el presidente Biden pierda la elección presidencial en noviembre de 2024”, consideró el doctor José María Ramos, especialista en la relación bilateral México-Estados Unidos.
Y fue con carácter de urgente, en festividades decembrinas, la preocupación por la mayor movilidad humana en la historia de las Américas, con 7 millones de encuentros y 460 mil personas expulsadas, que tuvo lugar la sexta visita, desde que asumió el cargo como secretario de Estado y la tercera en 2023, de Antony Blinken a México.
Además de procesar 150 mil solicitudes de asilo y otras opciones inmigratorias, en los tres años del gobierno del presidente Joe Biden, desde el 12 de mayo de 2023, esto es en 7 meses, superó el número de expulsiones y retornos durante todo el año fiscal 2019.
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En este contexto se llevó a cabo el encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para el profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte (ColeF), esta reunión en la CDMX fue precedida por el cierre durante 5 días de los cruces fronterizos de ferrocarriles de Eagle Pass y El Paso, Texas, con Ciudad Juárez, Chihuahua.
El gobierno estadounidense también cerró en los últimos días los pasos de vehículos y personas en Lukesville, Arizona y San Ysidro, en California, respectivamente, lo que generó demoras en los cruces fronterizos, dijo.
La justificación de la CBP fue que tuvo que destinar su personal en esos puntos al proceso de migrantes irregulares, mientras que el sector comercial fronterizo denunció pérdidas millonarias en el comercio transfronterizo.
En tal contexto, los presidentes Biden y López Obrador, estuvieron de acuerdo mediante una llamada telefónica, en que se necesitan urgentemente medidas coercitivas adicionales para reabrir los puertos fronterizos.
De los acuerdos suscritos en la reunión donde participaron además Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional y Liz Sherwood Randall, asesora de Seguridad Nacional, entre otros funcionarios estadounidenses, comentó:
- Fomentar una migración ordenada, humana y regular. “En lo general este enfoque lo promueve la actual política migratoria estadounidense”.
- Atacar el origen de estos éxodos con cooperación entre los países centroamericanos. “Se menciona en concreto la Iniciativa Conjunta para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, que dio a conocer la Casa Blanca el 28 de diciembre de 2023”.
Los acuerdos no resuelven el problema
En su opinión, el especialista en gobernanza, seguridad y relaciones México-EU, expresó que “es muy complejo que estos países adopten políticas de desarrollo para reducir la emigración porque les benefician las remesas internacionales que reciben. Y en esos países existen modelos autoritarios que limitan la inversión privada”.
- Esfuerzos para interrumpir el tráfico de personas, la trata y las redes criminales. “Esta propuesta se reitera. Los logros son limitados en los últimos 10 años”.
- Promover vías de movilidad humana legales. “Ya se plantearon por la actual administración estadounidense y representan el principal incentivo para la emigración”.
- Invertir en programas de desarrollo ambiciosos. “En todo el hemisferio de las Américas, no han sido una prioridad bilateral. Se plantearon programas en el 2019 por el gobierno federal de México y la CEPAL y en 2020 por la Casa Blanca”.
- Implementar ayudas humanitarias y de desarrollo e impulsar nuevas inversiones privadas en la región. “De cierta manera se han implementado, pero el gobierno de EEUU desconfía de las situaciones de ingobernabilidad, de escasa democracia y corrupción en algunos países expulsores”.
- Regularizar la situación de los migrantes hispanos que llevan varios años indocumentados y los beneficiarios de DACA, de acuerdo a lo que se dijo en la Casa Blanca, el 28 de diciembre de 2023.
“El sistema inmigratorio de EEUU está en crisis: es burocrático y con escaso personal para procesar el enorme rezago de solicitudes de asilo y visas inmigratorias”, dijo el doctor Ramos.
Por lo que dijo, “estos acuerdos no reducirán la movilidad humana en el corto y mediano plazo hacia México y Estados Unidos, porque la mayor parte de los acuerdos no han sido ni será viables desde el punto de vista político, financiero, económico e institucional”.
Luego comentó: “Otra limitación de esta reunión bilateral es que no plantearon mayor corresponsabilidad regional con los principales países de origen a los que la emigración beneficia por las remesas que reciben”.
En el caso de México, “si bien se reconoce atender las causas que generan la emigración, ambos países no proponen un enfoque de corresponsabilidad compartida y políticas que consideren las remesas para el fomento de programas de desarrollo local, con recursos financieros de Estados Unidos e internacionales”.
“Es más redituable mantener la válvula de escape migratoria y la mano de obra barata y semicalificada en EEUU, que plantear políticas que realmente reduzcan la emigración”.
Para el especialista, la contradicción principal es que el gobierno del presidente Biden promovió la mayor política de inmigración con diversas opciones, que representa enormes incentivos para promover la emigración mexicana, centroamericana y de otras 30 nacionalidades hacia la frontera estadounidense.
Recordó que en los dos primeros meses del año 2024 (que se inició en octubre reciente), el número de encuentros fue de 379 mil 893 migrantes. En este flujo destacaron un 50 por ciento de personas de Venezuela, Cuba, Haití, Colombia y Ecuador, entre otros, de acuerdo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), en diciembre 2023.
También dijo que en el último año de gobierno del presidente Trump las detenciones de parte de CBP fueron de cerca de 500 mil migrantes.
Asimismo refirió que la política de inmigración del actual gobierno federal estadounidense es cuestionada por los legisladores republicanos. Argumentan que provoca una crisis en la seguridad fronteriza y particularmente en los cerca de 2 mil kilómetros de frontera de México con el estado de Texas.
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“En esta frontera se detiene a cerca del 40 por ciento de los migrantes con destino a los Estados Unidos. Este contexto fue la justificación del gobernador Greg Abbott para aprobar la Ley SB4, que es la política más restriccionista en la historia del vecino país del norte”.
Y destacó que los alcaldes de Eagle Pass y El Paso, en Texas o Yuma, en Arizona, critican la gran cantidad de migrantes irregulares en sus ciudades. Y esto también se manifiesta en Nueva York, Chicago y Washington.