La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alerto sobre el peligro que enfrenta la biodiversidad en nuestro país por los graves problemas que representan la degradación y pérdida de ecosistemas, sobreexplotación de especies para consumo o comercialización, contaminación, cambio climático y los procesos de urbanización.
Por ello demando a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a realizar y transparentar los estudios ambientales correspondientes antes de emprender obras y construcciones que deriven en la degradación y pérdida de dos mil 606 especies de flora y fauna que se encuentran en alguna categoría de riesgo por la actividad humana.
El organismo nacional, demando el establecimiento de una política preventiva en materia de biodiversidad ante la urgente necesidad de conservar todo aquello que contribuya a contar con un ambiente sano, a lo que debe añadirse la necesidad de capacitar y difundir información sobre el medio ambiente, en especial para conocer la problemática del país en que vivimos.
En este sentido, llamo a las autoridades a dar cumplimiento a las responsabilidades internacionales que el Estado mexicano ha asumido, a partir del Convenio sobre la Diversidad Biológica, además de exhortar al Gobierno federal a ratificar el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú.
El Organismo Autónomo resalta la importancia de la protección de los recursos y áreas naturales a través de una perspectiva de derechos humanos que permita garantizar el derecho a un medio ambiente sano y que ésta permee en el desarrollo y bienestar de todas las personas, y puntualiza que deben encontrase formas de asegurar que el desarrollo del país no se lleve a cabo a expensas de su población ni tenga repercusiones perjudiciales para las personas o comunidades, su ambiente o condiciones de vida.
En ocasión del Día Mundial de la Vida Silvestre este 3 de marzo la CNDH destaco la importancia de contribuir de manera plena y eficaz con los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 14, enfocado a Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos.
Esto con el propósito de gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos adversos importantes, incluso fortaleciendo su resiliencia, y adoptar medidas para restaurarlos a fin de restablecer la salud y la productividad de los océanos, toda vez que más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera.
Por otra parte, destaca la necesidad de proteger a las especies de flora y fauna acuáticas, y expresa su interés en que se atiendan las circunstancias que los afectan como la contaminación, el cambio climático, la acidificación, la pesca excesiva, la pesca ilegal, la pérdida de hábitats costeros, el cambio de uso de suelo, la alteración en la dinámica costera por el desarrollo de actividades humanas y la sobreexplotación.
Asimismo, se deben promover acciones que permitan conservar las zonas costeras con base en la mejor información científica posible, con el propósito de que puedan ser usados por los responsables de diseñar o implementar las políticas públicas.