Los marinos y soldados del país están agotados por la sobrecarga de trabajo que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador les ha impuesto en la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles y sucursales del Banco del Bienestar, la lucha contra el Covid-19, así como en operativos contra el huachicol y la delincuencia organizada; además de la contención de migrantes.
De acuerdo con la Secretaria de la Defensa Nacional, los soldados presentan desgaste físico y emocional pues han tenido que vivir por meses alejados de sus familias.
SCJN decidirá uso de Ejército en seguridad pública
Inlcuso, el Programa Sectorial 2020-2024 de la Sedena prevé evaluar la moral del personal militar para conocer el nivel de satisfacción de su trabajo, así como su adoptación a la austeridad republicana.
La dependencia reconoce, además, que será hasta el 2040, cuando el ejército mexicano estará dotado de recursos humanos, materiales, tecnológicos e informáticos de alta calidad, acordes a la potencialidad del país.
Actualmente la Sedena cuenta con un efectivo real de 165 mil 454 elementos, de los cuales 71 mil 94 están comisionados a tareas de seguridad y sanitarias.
Parte del desgaste que hace mención la institución, es porque soldados y pilotos participan en tareas de operación en la construcción de la Paz, Plan migrante frontera Norte y Sur, seguridad y erradicación de plantíos de droga, protección a la red de ductos, búsqueda y rescate, Covid-19, despliegue local, seguridad de instalaciones estratégicas, protección portuaria y atención a fenómenos naturales.
Además, cerca de 50 mil soldados de la policía militar, fueron comisionados para sumarse por cinco años a la Guardia Nacional en labores de vigilancia y operativos.
En su Programa Sectorial, el instituto castrense al mando del general Luis Cresencio Sandoval, refiere que están en ejecución 33 estrategias prioritarias, 209 acciones puntuales, producto del análisis de la situación actual por las que traviesan las fuerzas armadas.
“El planteamiento expuesto incide en el aumento del desgaste físico del Recurso Humano, que constituye el activo más valioso de la institución y es el punto de partida para el desarrollo integral del Instituto Armado, originando el primer ámbito identificado que demanda un reto para el ejercicio del Liderazgo en los diferentes niveles jerárquicos, que impacta en la disciplina y el bienestar del personal militar y sus familias” se advierte en el documento.
El concepto doctrinario, subrayan los 12 principios rectores del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: “Honradez y honestidad”; “No al gobierno rico con pueblo pobre”; “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”; “Economía para el bienestar”; “El mercado no sustituye al Estado”; “Por el bien de todos, primero los pobres”; “No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera”; “No puede haber paz sin justicia”; “El respeto al derecho ajeno es la paz”; “No más migración por hambre o por violencia”; “Democracia significa el poder del pueblo” y “Ética, libertad, confianza”.
Para aumentar la moral de los militares, la Sedena hace un viraje y plantea Impulsar un auténtico liderazgo en todos los niveles jerárquicos, que priorice la disciplina militar y privilegie la moral del personal y el bienestar de sus familias.
El Programa Sectorial de Defensa Nacional -publicado con un año y medio de retraso- contiene, además, las líneas fundamentales que marcarán el desarrollo, innovación y avances del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana en los seis años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se acepta que la principal amenaza que enfrenta la población es la crisis de inseguridad provocada por el narcotráfico y el crimen organizado y el grave daño del tejido social, por lo cual, la sociedad demanda bienestar. “Situación que obliga al Estado Mexicano a fortalecer su participación en la prevención de delitos, siendo las Fuerzas Armadas un factor primordial para garantizar la seguridad, el orden interno y el bienestar social”.
De ahí la necesidad de ajustarse a la austeridad republicana; administrar lo que se tiene, mejorar las condiciones de vida del militar, recuperar el liderazgo y la capacidad de mando sobre la tropa, abatir la corrupción, elevar la moral y coadyuvar en el mejoramiento del nivel de vida de los que menos tienen.
Aunque la carga de trabajo a la que se refiere no es de ahora, ya que desde el sexenio del presidente Felipe Calderón y que se extendieron con Enrique Peña Nieto las tropas comenzaron con labores de seguridad, pero que se ha incrementado con la llegada al poder de López Obrador.
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